WASHINGTON 5 Jun. (EP/AP) -
El que fuera jefe de gabinete del vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, I. Lewis 'Scooter' Libby, comparecerá esta tarde ante un tribunal federal por la obstrucción a la justicia que ejerció en el caso de la filtración a la prensa de la agente secreta de la CIA Valeria Plame, cuyo marido, el diplomático Joseph Wilson, desmintió en varios artículos el principal argumento para invadir Irak: que el ex presidente iraquí Sadam Husein compraba uranio en Níger para fabricar armas de destrucción masiva, algo que Joseph, tras viajar en 2003 al país africano, aseguró ser falso.
Sin embargo, los abogados de Libby, imputado en 2005 por mentir a los investigadores del 'caso Plame' y condenado por un tribunal federal de Washington DC el pasado 6 de marzo de dos cargos por perjurio, dos cargos por falso testimonio al FBI y un cargo de obstrucción a la justicia, no han revelado si éste declarará en la vista, algo complicado teniendo en cuenta que Libby defiende su inocencia y el hecho de que va a apelar la sentencia.
El fiscal instructor del caso, Patrick Fitzgerald estimó hoy que Libby --que no ha sido acusado de filtrar el nombre de Plame, pero sí de obstrucción a la justicia-- podría enfrentarse a una pena de cárcel de hasta tres años, dado la gravedad de la investigación a la que contribuyó a obstaculizar. Libby, de ser hallado culpable, será el político de mayor rango condenado desde el escándalo de la financiación de la contraguerrilla en Nicaragua a mediados de los 80 durante el mandato presidencial de Ronald Reagan.
Sin embargo, los abogados de Libby piden que su cliente no cumpla pena de cárcel, y alegan que sería injusto aumentar la condena carcelaria. "A nadie le han acusado. Nadie se ha declarado culpable", aseguró el letrado William Jeffress, quien hizo hincapié en que "el gobierno no ha establecido la existencia de una ofensa".
El juez de distrito federal que dirimirá el caso de Libby --Reggie B. Walton-- rechazó tal argumentación. "Una cosa es obstruir un pequeño hurto y otra cosa es obstruir en una investigación por asesinato", subrayando así la seriedad del caso de Libby.
Walton que tiene una reputación de ser un magistrado que emite sentencias duras, deberá decidir si dicta condena a prisión aplicar una moratoria en su aplicación hasta que el proceso de apelaciones haya acabado.
Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, ha asegurado que a pesar de confiar en Libby no decidirá si le indulta o no hasta que no termine el proceso judicial, a fín de no obstruir con la labor de la Justicia.