EEUU.- Un inmigrante indonesio denuncia el uso de la sedación en las deportaciones desde Estados Unidos

Actualizado: jueves, 11 octubre 2007 7:34

SANTA ANA (CALIFORNIA, EE.UU.), 11 Oct. (EP/AP) -

Raymond Soeoth, un inmigrante indonesio, denunció hoy que cuando aguardaba la deportación en un centro de detención de inmigrantes estadounidense, cuando cuatro oficiales irrumpieron en su celda, le quitaron a la fuerza los pantalones y lo sujetaron para inyectarle drogas antipsicóticas.

Soeoth, ayudante de un sacerdote y conductor de taxi que nunca ha padecido problemas psicológicos, sufrió mareos, paranoia e insomnio durante dos días hasta que pasó el efecto de la medicación, según él. Sus abogados y los de otro inmigrante presentaron una moción en el Tribunal federal de Los Angeles para exhortar al juez a que prohiba las sedaciones forzadas después de enterarse de que otro inmigrante recibió presuntamente la inyección de drogas antipsicóticas en una cárcel de Santa Ana hace dos semanas.

Esta moción forma parte de una demanda anterior, según la cual esta práctica puede constituir una forma de tortura y viola tanto la Carta de Derechos como la ley federal con respecto al tratamiento médico de detenidos. "Yo había escuchado rumores de que las personas pueden ser deportadas y les daban una inyección, pero ahora me ha sucedido a mí. No puedo creerlo, pero me lo hicieron a mí", dijo Soeoth. "Me trataron como a un criminal. Cuento con mis amigos en la iglesia y rezamos por ellos para que no se lo hagan a otros", añadió.

El mes pasado, varios testimonios ante el Senado revelaron que 56 deportados recibieron drogas psicotrópicas entre el 1 de octubre de 2006 y el 30 de abril de 2007. Entre ellos, 33 no tenían historia clínica de problemas psicológicos, pero los medicaron debido a su "conducta combativa", alegó la subsecretaria de seguridad interior para la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), Julie Myers.

En casos de deportación, se recurre a drogas durante emergencias extremas, dijo Myers. Cuando no hay una emergencia, las normas de la ICE prohiben medicar a un deportado sin orden judicial, aseguró. La historia clínica de Soeoth revela que le dieron una inyección de Haldol y Cogentin, un medicamento que se suministra con la droga antipsicótica para reducir los espasmos faciales que puede provocar, según declaró su abogado, Ahilan Arulanantham, a la Asociación Estadounidense de Libertades Cívicas (ACLU).

"No tiene un historial de violencia de ningún tipo, ninguna clase de problemas disciplinarios", dijo Arulanantham, y añadió que la ACLU no ha podido conocer las identidades de otros deportados supuestamente sometidos a la sedación forzosa. "Lo que hicieron es muy, muy peligroso". "Consideramos la sedación médica un último recurso, y se la emplea raramente", dijo Loru Haley, portavoz de la ICE.