WASHINGTON 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
En su último informe trimestral ante el Congreso de Estados Unidos, el Departamento de Defensa señaló hoy que el respaldo iraní a los insurgentes no ha disminuido, pese a la promesa hecha en septiembre por su presidente, Mahmoud Ahmadineyad, al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, de que cortaría la ayuda financiera a esos grupos.
El informe, citado por la BBC, calificó el respaldo de Teherán como un impedimento significativo para la estabilización de la seguridad en Irak. Por otro lado, el documento señala que las fuerzas estadounidenses lograron avances en Irak en los últimos tres meses, pero hay retrasos en la entrega de responsabilidades a los iraquíes, según el Pentágono.
El texto dice que hubo un "progreso significativo en la seguridad, hay avance en la reconciliación a nivel local y provincial y progreso económico". La economía está además creciendo a un ritmo anual de 6%, según el informe. Sin embargo el documento advierte de que pese a la expansión de las fuerzas iraquíes, éstas todavía dependen de la logística y el entrenamiento estadounidense.
Los ataques de alto nivel se han reducido a la mitad desde marzo y se ha producido un "despertar tribal", que ha hecho que los líderes suníes y chiíes se vuelvan en contra de la red de Al Qaeda, agrega el texto. De todos modos, el Pentágono cree que la posibilidad de lograr un avance sostenido dependerá de las reformas políticas y económicas.
Además, aún siguen pendientes los proyectos de ley sobre la distribución de los ingresos petroleros y la participación suní en el gobierno. Asimismo, las fuerzas policiales todavía se enfrentan a problemas con la corrupción y divisiones sectarias, mientras que el Ejército de Irak anualmente pierde hasta el 17% de sus efectivos debido a las elevadas cifras de bajas y deserciones, según el informe.