WASHINGTON 17 Jul. (EP/AP) -
Estados Unidos e Irán aseguraron hoy por separado que están dispuestos a mantener nuevas conversaciones directas entre ellos sobre el deterioro de la situación de seguridad en Irak, según afirmó hoy el Departamento de Estado.
"Pensamos que dada la situación en Irak y dada la conducta continuada de Irán que está llevando a una mayor inestabilidad en Irak, sería apropiado tener otro encuentro cara a cara", señaló el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, que dijo que no hay ninguna fecha para las conversaciones, que se celebrarían en Bagdad.
Sin embargo, McCormack destacó que Irán "necesita detener el apoyo a las milicias sectarias que están exacerbando las tensiones (...) que suponen una amenaza para nuestras tropas", refiriéndose a las armas 'explosively former penetrator' (EFP), capaces de traspasar vehículos blindados, que Washington asegura que Teherán está proporcionando a los insurgentes.
"Es importante transmitir directamente al Gobierno iraní la importancia de un cambio en su comportamiento, no sólo por la seguridad de nuestras tropas, sino también por el futuro de Irak", subrayó el portavoz.
Por su parte, el ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Mottaki, anunció esta mañana que su país también está dispuesto a iniciar una segunda ronda de contactos con Estados Unidos para la estabilización de Irak.
"Vemos positivamente mantener una segunda ronda de diálogos. Existe la posibilidad de mantener esos contactos en un futuro próximo", explicó Mottaki en una rueda de prensa en Teherán. Sin embargo, resaltó que Washington todavía no ha realizado esta propuesta por los canales oficiales.
Esta sería la segunda reunión que mantendrían Estados Unidos e Irán después de que el pasado 28 de mayo se encontraran en Bagdad el embajador norteamericano, Ryan Crocker, y autoridades iraníes.
Esta última reunión, celebrada el pasado 28 de mayo, rompió con 27 años de ausencia de contactos diplomáticos. Sin embargo, las tensiones se han elevado por las acusaciones estadounidenses de que Irán apoya con armas a la insurgencia iraní, así como tras la detención de cuatro académicos americano-iraníes y activistas acusados de atentar contra la seguridad nacional. Washington ha exigido su liberación, afirmando que los cargos que se les imputan son falsos.
Al mismo tiempo, Teherán ha exigido también la puesta en libertad de cinco iraníes detenidos en Irak, a los que Estados Unidos acusa de armar y entrenar a milicianos iraquíes, mientras que Irán asegura que son diplomáticos que se encuentran en el país vecino con un permiso del Gobierno.