HUNTSVILLE (TEXAS, EEUU), 9 (EP/AP)
El asesino a sueldo que en 1992 mató a una mujer en Texas a cambio de 2.000 dólares --1.500 euros--, Rolando Ruiz, será ejecutado el próximo martes.
Ruiz disparó y asesinó a Teresa Rodríguez cuando ésta*, de 29 años, salía con su coche del garaje de su casa, acompañada por su marido, Michael, y su cuñado, Mark. Ambos habían contratado al asesino, adicto al alcohol y a la cocaína, para que ejecutase el crimen.
Los fiscales afirman que la intención de Michael Rodríguez era conseguir al menos 250.000 dólares (183.877 euros) en concepto de indemnización gracias al seguro de vida de su esposa, que trabajaba en una compañía de seguros.
Ruiz será el decimonoveno preso que reciba la inyección letal en Texas este año, el Estado de EEUU en el que más sentencias de pena de muerte se dictan.
El Tribunal Supremo de EEUU desestimó el recurso presentado por el acusado el pasado mes de marzo. Los abogados de la apelación solicitaron a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas que recomendase al gobernador Rick Perry que conmutase la sentencia de pena de muerte por la cadena perpetua, basándose en que la deficiente defensa de Ruiz había provocado que perdiese el derecho a acceder a los tribunales.
En el caso, Ruiz es uno de los cinco hombres acusados de haber cometido crímenes susceptibles de ser castigados con la pena de muerte. Sin embargo, es el único al que finalmente le será aplicada. Los demás, incluidos los hermanos Rodríguez, consiguieron que sólo se les condenase a cadena perpetua.