NUEVA YORK 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, John McCain y Barack Obama, se enfrentarán esta noche en el último 'cara a cara' de la campaña electoral a tres semanas de los comicios. Mientras, el republicano intentará reavivar la carrera hacia la Casa Blanca frente al demócrata, que buscará afianzar su diferencia de más de diez puntos, según los últimos sondeos, sobre su rival.
Es más que probable que ambos candidatos sigan haciendo hincapié en la situación económica, un asunto clave a medida que las instituciones financieras se tambalean en todo el mundo y los votantes sienten la presión de una economía vacilante.
Por ello, se prevé que tanto Obama como McCain insistan una vez más en las medidas que han ido proponiendo a lo largo de la última semana para hacer frente a la crisis financiera, informan los medios estadounidenses.
En realidad, si en los anteriores dos debates los temas más tratados por ambos aspirantes fueron la economía y la política exterior, en este tercero y último, que tendrá lugar en la Universidad de Hofstra (estado de Nueva York) no están previstos cambios en el primer caso pero sí en el segundo, que quedará relevado a otro plano para dejar paso a la política nacional.
A medida que la crisis económica aumenta la inquietud de los votantes, Obama va sacando aún más ventaja tanto a nivel nacional como en los estados clave. Los últimos sondeos le colocan 14 puntos por encima de McCain, por lo que el peso del debate recaerá principalmente sobre éste, que necesita más que nunca recuperar terreno, pero sin identificarse con las políticas del actual presidente, George W. Bush.
Con este fin, el senador por Arizona esgrimió una nueva táctica esta semana presentándose como paladín de la clase media y suavizando sus ataques más directos contra Obama, senador por el estado de Illinois, al tiempo que realizó sus comentarios más radicales en su intento por distanciarse del mandatario.
"No podemos pasar los próximos cuatro años como hemos pasado gran parte de los últimos ocho: esperando que cambie nuestra suerte (...). Como presidente me propongo actuar de forma rápida y decisiva", manifestó McCain ayer en Pensilvania.
McCain propuso también un plan económico de 52.500 millones de dólares con el propósito de reducir a la mitad el gravamen sobre ganancias de capital y reducir el impuesto sobre la retirada de dinero de las cuentas de jubilación, entre otras medidas.
Un día antes, Obama había anunciado una propuesta de 60.000 millones de dólares que extiende los beneficios por desempleo, dispone una congelación de 90 días sobre las ejecuciones hipotecarias, permite la retirada sin penalización de los fondos de jubilación y otorga un crédito impositivo de 3.000 dólares por cada nuevo empleo que creen las empresas.