Estados Unidos niega tajantemente su implicación en la decisión de la OSCE de no observar las elecciones rusas
WASHINGTON, 27 Nov. (EP/AP) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, criticó ayer lunes a las autoridades rusas por la forma en que disolvieron las manifestaciones del pasado fin de semana contra el presidente ruso, Vladimir Putin.
Bush expresó su profunda preocupación por la detención de diversos líderes políticos, incluido el antiguo campeón internacional de ajedrez, Garry Kasparov, durante el fin de semana en Moscú, San Petersburgo y otras dos ciudades rusas. "La libertad de expresión, de asamblea y de prensa son fundamentales en cualquier sociedad democrática", según un comunicado del presidente.
"Estoy especialmente agitado por el uso de la fuerza aplicada por las autoridades para frenar estas actividades pacíficas y prevenir que algunos periodistas o activistas de Derechos Humanos los cubran", dijo Bush. "Espero que el Gobierno ruso honre sus obligaciones internacionales en estos aspectos e investigue las alegaciones de abusos y libere a aquellos que permanecen detenidos", añadió.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, rechazó la crítica diciendo que la Policía respondió adecuadamente a las "provocaciones" de los manifestantes que rechazaron permanecer en el área donde las autoridades les habían permitido manifestarse.
"Todos los Estados democráticos tienen leyes y la gente debe respetarlas", dijo Lavrov a la televisión Vesti-24 en Washington. "No vi que ninguna acción de la fuerzas de seguridad indicara que ellos excedieran su autoridad", añadió.
Por otra parte, las autoridades estadounidenses negaron rotundamente las alegaciones de que Estados Unidos era culpable por la decisión de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) de no enviar observadores a las elecciones rusas. Putin reivindicó que la ausencia de observadores tiene la intención de poner en duda la credibilidad de los comicios con los se cree se reforzará el poder de Putin.
Los representantes del Departamento de Estado insisten en que las alegaciones de Putin son falsas, incluso el hecho de que las autoridades estadounidenses visitaran la Oficina para las Instituciones Democráticas y de Derechos Humanos (OIDDH) para hablar sobre las elecciones rusas.
"El mensaje del Departamento de Estado fue muy claro en que ésta fue una decisión de la OIDDH", dijo el subsecretario de Estado, Daniel Fried. "Yo dije, que no es nuestra función intentar gobernaros", añadió. En este sentido, el portavoz del Departamento recalcó las afirmaciones de Fried subrayando que "ésta fue una decisión enteramente de la OSCE".
La OSCE decidió el 16 de noviembre no enviar una misión de observadores encargados de controlar las elecciones en Rusia ya que Moscú estaba tomando demasiado tiempo en tramitar los visados y estaba creando otros obstáculos, incluida la restricción de sólo permitir 70 observadores.