Los egipcios de la plaza Tahrir temen un desalojo inminente

Actualizado: lunes, 11 julio 2011 19:10


MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El corte del suministro eléctrico en la plaza Tahrir y varios edificios de los alrededores hace temer a los miles de manifestantes acampados en la emblemática plaza una inminente intervención de la Policía para desalojar el lugar, ha informado el diario egipcio 'Al Ahram' en su edición en internet.

Hasta ahora, los acampados --unos 20.000-- habían aprovechado la iluminación pública para cargar sus teléfonos móviles y ordenadores portátiles, así como para emplear ventiladores para aliviar el intenso calor cairota del mes de julio.

Los propios manifestantes, que mantienen tomada la plaza desde la gran manifestación del pasado viernes, han hecho un llamamiento urgente a través de internet y las redes sociales pidiendo generadores portátiles, hielo y agua.

Muchos ciudadanos se han acercado a Tahrir para aportar alimentos, medicinas, agua, tiendas de campaña a los manifestantes, que exigen que las nuevas autoridades instaladas en el poder tras la dimisión de Hosni Mubarak cumplan con las reivindicaciones de la Revolución del 25 de Enero.

La plaza se encuentra ocupada por los manifestantes desde la protesta del viernes, convocada para reimpulsar las demandas de la Revolución del 25 de Enero, y el número de manifestantes casi se ha duplicado esta noche a pesar del inicio este domingo de la semana laboral egipcia.

Los propios manifestantes han establecido controles de seguridad en los principales accesos a la plaza para evitar que se introduzcan armas, ya que temen ser atacados. Muchos de los sometidos a registros eran trabajadores del Mogamma, un complejo de oficinas gubernamentales situado en la propia plaza y no dejaron pasar a varios de estos funcionarios, tal como hicieron los revolucionarios en los 18 días anteriores a la dimisión de Mubarak.

Los manifestantes se aferran a las siete demandas publicadas el viernes: puesta en libertad de los manifestantes procesados en juicios militares y fin de los juicios militares a civiles, creación de un tribunal especial para juzgar a los responsables de la muerte de manifestantes y suspensión inmediata de los sospechosos o sustitución del ministro del Interior por un civil.

Exigen además la dimisión del actual fiscal general, procesamiento de Mubarak y su entorno por crímenes políticos, elaboración de unos nuevos presupuestos estatales que responda a las necesidades de los más pobres y precisión de las competencias del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, máximo depositario del poder tras la dimisión de Mubarak.