El Ejército congoleño lanza su primera ofensiva contra rebeldes hutus ruandeses en su territorio

Actualizado: martes, 24 febrero 2015 21:49

KINSHASA, 24 Feb. (Reuters/EP) -

Las fuerzas del Gobierno congoleño han atacado este martes por primera vez en su territorio a rebeldes hutus ruandeses, en la que ha sido la primera ofensiva desde que el pasado mes de enero anunciaron que les perseguirían, según han informado fuentes militares del país africano.

Las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), cuyas filas cuentan con antiguos soldados y milicianos hutus que participaron en el genocidio de Ruanda en 1994, han sido las principales responsables de la violencia en el este de la República Democrática del Congo durante las dos últimas décadas.

Los enfrentamientos han tenido lugar en la provincia de Kivu Sur, en las montañas interiores de la ciudad de Uvira que se encuentra a unos 10 kilómetros de la frontera con Burundi, según ha informado a Reuters el jefe de Operaciones en la región, Espérant Masudi.

Otro oficial del Ejército de las Fuerzas Armadas congoleñas ha dicho que el ataque, que ha tenido lugar este martes por la mañana, ha permitido arrebatar a las FDLR sus principales bastiones.

"Las Fuerzas Armadas congoleñas lanzaron un gran ataque en la meseta de Mulengem... Fue una operación muy preparada", ha dicho el oficial, que prefiere permanecer en el anonimato.

Un portavoz de Naciones Unidas para la misión de mantenimiento de paz, MONUSCO, ha afirmado que no tiene constancia de ningún combate. Aunque las FDLR tienen presencia en Kivu Sur, se cree que la mayor parte de sus 1.400 combatientes operan en la zona norte de esta región.

El Ejército congoleño anunció el 29 de enero el comienzo de una campaña contra los rebeldes, cuya presencia en la República Democrática del Congo ha sido aprovechada por Ruanda como pretexto para llevar a cabo intervenciones militares en su territorio, lo cual ha dado lugar a sucesivas guerras y millones de muertes.

Las Fuerzas Armadas congoleñas están llevando a cabo la ofensiva contra los rebeldes hutus ruandeses en solitario después de rechazar la ayuda de la MONUSCO. Su decisión fue adoptada después de sus diferencias con la misión de la ONU por las sospechas de que dos generales congoleños podrían estar implicados en abusos de los Derechos Humanos.

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