El Ejército israelí no encuentra evidencias de mala conducta de sus tropas durante la incursión en Gaza

Reuters
Actualizado: miércoles, 22 abril 2009 23:57


TEL AVIV, 22 Abr. (Reuters/EP) -

El 'número dos' del Ejército israelí, el general Dan Harel, aseguró que las Fuerzas Armadas no han encontrado evidencias de que sus soldados cometieran actos graves de mala conducta durante su reciente incursión en la Franja de Gaza.

"Las (Fuerzas de Defensa de Israel) IDF operaron bajo la ley internacional y de acuerdo a un nivel muy alto de profesionalidad y moral", dijo Harel. "No encontramos ningún incidente en el que un soldado israelí hiriese intencionadamente a civiles inocentes", añadió.

Un portavoz del movimiento palestino Hamás desestimó esta iniciativa al considerar que Israel "no puede ser criminal y juez al mismo tiempo". Asimismo, las ONG internacionales pro Derechos Humanos ya han puesto en duda la imparcialidad de los juicios internos contra los militares acusados de crímenes de guerra en Gaza y reclamó que Israel permita que se lleven a cabo investigaciones independientes.

Según una organización palestina, durante la ofensiva se produjeron 1.417 víctimas palestinas, de las cuales 926 fueron civiles, pero Israel reduce esta cifra a 1.166 y sostiene que la mayoría de los muertos eran combatientes. Israel perdió a diez soldados y tres civiles durante el conflicto.

Además, Harel dijo que Hamás desplegó a sus combatientes en áreas civiles densamente pobladas, instaló bombas trampa dentro de los edificios y minó las calles, incrementando considerablemente el número de víctimas y daños materiales.

Por otro lado, algunas ONG han acusado a Israel de devastar varias zonas residenciales y de utilizar fósforo blanco durante la campaña militar en la Franja. El Ejército utilizó esta sustancia para marcar objetivos, pero afirma que las cantidades empleadas eran tan pequeñas que no suponían un riesgo serio.

ERRORES

Harel reconoció que el Ejército cometió varios "errores operativos y de inteligencia". En una ocasión, una bomba que iba dirigida a un edificio militar cayó sobre un bloque civil, provocando la muerte de 21 inocentes. Además, un comandante admitió que sus soldados asesinaron en un puesto de control a una palestina tras recibir informaciones de los servicios de inteligencia que advertían de los ataques de mujeres suicidas.

Un alto cargo israelí aseguró que durante la ofensiva los soldados intentaban discernir a los sujetos peligrosos, pero estimó que es imposible "llegar a todos los palestinos (porque) no es una situación normal". Harel dijo que las conclusiones de las pesquisas serán facilitadas al abogado general del juicio militar, quien podría ordenar la formación de un consejo de guerra para esclarecer el asunto.

El 'número dos' del Ejército añadió que hay varios soldados siendo investigados "ante la sospecha de que hayan utilizado sus armas de una forma no estipulada en el reglamento". La ONG Human Rights Watch (HRW) ya ha mostrado su escepticismo sobre estas indagaciones. "Basándose en lo que ya tenemos, estamos muy preocupados de que (estas investigaciones) vayan a ser un encubrimiento", dijo el miembro de HRW Bill Van Esveld.