Efectos de un bombardeo aéreo en el norte de Yemen
KHALED ABDULLAH/REUTERS
Actualizado: martes, 14 marzo 2017 16:23

PARÍS, 14 Mar. (Reuters/EP) -

Las partes enfrentadas en Yemen se niegan a discutir los esfuerzos de paz bajo mediación de la ONU, ha denunciado este martes el enviado de Naciones Unidas para el país, Ismail Ould Cheij Ahmed, en medio de una escalada de la violencia que está teniendo un "dramático" impacto en los civiles.

Al menos 10.000 personas han muerto en casi dos años de conflicto entre el Gobierno del presidente Abd Rabbu Mansur Hadi, apoyado por la coalición liderada por Arabia Saudí, y los rebeldes huthis respaldados por el expresidente Alí Abdulá Salé.

"Sabemos ahora que una solución está cerca porque lo sabemos. Sabemos que una solución en Yemen estará basada en un aspecto militar y político así que es un poco una vergüenza que las partes no quieran sentarse a la mesa a discutirlo", ha declarado a la prensa tras reunirse con el ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault.

"Uno de los temas que nos preocupa es el hecho de que estamos viendo un incremento en las operaciones militares con las consecuencias que eso tiene para la población civil", ha afirmado Ahmed.

Arabia Saudí intervino en la guerra civil en Yemen a finales de marzo de 2015 para apoyar a Hadi después de que éste fuera expulsado de la capital, Saná, por los huthis. Aunque las fuerzas gubernamentales controlan buena parte del sur y el este del país, Hadi ha tenido problemas para imponer su autoridad entre varias milicias y tribus.

Los huthis, por su parte, cuentan con la mayoría de los centros de población en el noroeste, incluida Saná. Las Fuerzas Armadas y un grupo de milicias llamadas Residencia del Sur lanzaron una ofensiva en la costa del mar Rojo este mes para privar a los huthis de puertos y aislarles en la capital, situada tierra adentro.

Unos 7,3 millones de yemeníes se encuentran en grave situación de inseguridad alimentaria, según la ONU, mientras que se ha producido un incremento en el número de víctimas civiles ante la intensificación de los bombardeos y los combates.

"Este es un conflicto del que se habla menos que otros, pero no puede ser olvidado porque las consecuencias humanitarias en el terreno son catastróficas", ha sostenido Ayrault.

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