ESTAMBUL 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reiterado sus críticas al golpe de Estado del pasado 3 de julio en Egipto y al Gobierno instaurado tras el mismo pese a la escalada de la tensión diplomática entre ambos países y la expulsión del embajador turco en El Cairo motivada precisamente por este tipo de declaraciones.
"Tengo una postura conocida y la han planteado como justificación (para la expulsión). Lo digo siempre y está grabado. Seguiré diciéndolo. No respetaré nunca a quienes llegan al poder a través de golpes de Estado militares", ha afirmado Erdogan desde la ciudad de Trabzon en declaraciones a la prensa recogidas por el diario turco 'Hurriyet'.
"Nunca hemos respetado a quienes no respetan la soberanía del pueblo, sino a quienes respetan la voluntad del pueblo. La decisión sobre nuestro embajador ha provocado una respuesta similar por nuestra parte", ha explicado. En un mitin político, ha reiterado su respaldo al presidente egipcio depuesto, Mohamed Mursi, haciendo el gesto de cuatro dedos que se ha convertido en un símbolo de las protestas contra el golpe de Estado.
El Gobierno egipcio ha anunciado la expulsión del embajador turco, Hüseyin Avni Botsali y la reducción del nivel de las relaciones bilaterales por las declaraciones de Erdogan en apoyo a Mursi. "Aplaudo la conducta de Mursi en el tribunal. Le respeto, pero no respeto a quienes le juzgan", dijo Erdogan desde Ankara antes de partir de viaje hacia Rusia.
En respuesta, Turquía ha declarado persona 'non grata' al embajador egipcio. Erdogan ha matizado, sin referirse expresamente a Egipto, que se pueden cortar las relaciones diplomáticas de forma "controlada". "Vamos a tener buenas relaciones con quienes actúen positivamente con respecto a nosotros. Vamos a ser amigos de quienes quieran ser nuestros amigos y nos abran puertas. A veces puede haber disputas, pero pueden solventarse después", ha argumentado.
"Podemos cortar nuestras buenas relaciones de forma cuidadosa y controlada con quienes sean malos. Podemos iniciar un proceso nuevo con quienes sean buenos cuando las relaciones sean malas. Esta es una norma de la diplomacia, la lógica de la política exterior", ha explicado.