SRINAGAR (INDIA), 20 Oct. (Reuters/EP) -
Al menos una veintena de personas han resultado heridas en los enfrentamientos con la Policía que se han producido después de las protestas que han tenido lugar en Cachemira por el asesinato de un hombre musulmán a manos de un grupo de hindúes en una campaña en contra de comer ternera.
Los choques en los distritos de Kulgam y Anantnag comenzaron el domingo después de que un camionero fuera atacado en la región dominada por los hinduístas de Jammu por una multitud de personas, las cuáles creían que transportaba vacas, según ha afirmado la Policía.
Los manifestantes también arrojaron piedras a la Policía, según han informado las autoridades, sin especificar quienes habían resultado heridos desde el lunes. Además, bloquearon la autopista nacional que conecta Srinagar y Jammu, la única carretera que conecta el valle de Cachemira. Escuelas y oficinas han permanecido cerradas en el valle debido a una huelga convocada por los líderes separatistas y comerciantes en protesta por el asesinato.
"Hoy hemos impuesto restriciones en Anantnag como medida de precaución después de que estallaran las protestas tras la muerte del camionero Zahid Ahmad", ha afirmado este martes el director de la policía este Estado, SJM Gillani, refiriéndose al control del movimiento del tráfico y de las personas.
Los ánimos ya estaban caldeados en Jammu y Cachemira, el único estado con mayoría de población musulmana, después de que los miembros de un pequeño grupo hindú pintaran la cara con tinta a un legislador de este Estado por organizar una fiesta donde éste sirvió ternera.
Las vacas son consideradas un animal sagrado por la mayoría hindú del país, estimada en 1,2 millones de personas. La carne de vaca es considerada un alimento por los musulmanes y los cristianos, al igual que por muchas castas hindúes minoritarias.
El primer ministro indio, Narenda Modi, ha defendido la prohibición de la matanza de vacas, pero la Constitución garantiza la igualdad de derechos a las minorías de musulmanes y cristianos, y Modi ha llamado a la armonía religiosa. El Gobierno está luchando por contrarrestar a los hinduístas radicales en algunas zonas.
