Etiopía.- Un líder de la oposición recién indultado condena al Gobierno

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 20 julio 2007 19:03

ADDIS ABEBA 20 Jul. (EP/AP) -

El líder del principal partido de la oposición en Etiopía, Hailu Shawel, condenó hoy al Gobierno, pocas horas después de beneficiarse de un indulto junto a otros 37 políticos y activistas, y aseguró que firmó su disculpa formal bajo coacción.

Shawel dijo que no tenía que disculparse por contestar el resultado de las elecciones de 2005, ya que para la oposición se trató de "una protesta política normal". En declaraciones a los periodistas en su casa tras ser puesto hoy en libertad, el dirigente dijo que el Ejecutivo no ha cumplido todas las condiciones acordadas con mediadores para la liberación de los miembros de la oposición, entre las que se encontraba permitirles recuperar sus escaños en el Parlamento.

"Como líder, uno tiene que cumplir su compromiso al pie de la letra. Pero el Gobierno ya ha incumplido lo que dijo", declaró Hailu. El dirigente aseguró que tanto él como el resto de sus compañeros escribieron la carta de disculpas para poder garantizar su salida de la cárcel. "Hay personas que tienen niños pequeños sin padres. Hay una mujer que tenía tres niños sin nadie" que cuidara de ellos, aseguró.

El primer ministro etíope, Meles Zenawi, anunció hoy que su Gobierno había indultado a 38 políticos y activistas de la oposición condenados a penas de cárcel, entre ellos algunos a cadena perpetua, por incitar a la violencia en un intento de derrocar al Gobierno.

"Espero que esto transmita el mensaje de que se le da al pueblo una segunda oportunidad mientras la busquen", explicó el primer ministro. "Sospecho que serán liberados en algún momento de hoy, si todavía no han sido liberados", dijo Meles a los periodistas. Además, indició, los presos verán restaurados su derecho al voto y a presentarse a cargos públicos.

Un alto tribunal federal sentenció el pasado lunes que los condenados a cadena perpetua carecerían de estos derechos, mientras que los condenados a otras penas no podrían disfrutar de los mismos durante cinco años.

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