La explosión de un tren en Italia causa entre 13 y 16 víctimas y decenas de heridos

Reuters
Actualizado: martes, 30 junio 2009 21:48


ROMA, 30 Jun. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -

La ciudad italiana de Viareggio (norte) sufrió esta madrugada uno de los peores accidentes ferroviarios de la historia de este país que se saldó con entre 13 y 16 muertos, decenas de heridos y cientos de evacuados, según los últimos balances ofrecidos por las autoridades. El incidente se produjo poco después de la medianoche, cuando un tren de mercancías lleno de gas licuado de petróleo (GLP) descarriló y explotó a su paso por la estación de la ciudad, que se halla en pleno centro urbano.

La fuerte deflagración, a la que sucedieron otras de menor intensidad, provocó el derrumbe de dos edificios, mientras que otros muchos sufrieron daños de diversa índole y también tuvieron que ser evacuados. Los Bomberos siguen buscando al menos a cinco desaparecidos entre los escombros.

De hecho, las dificultades para rescatar los cuerpos hacen difícil el recuento de víctimas mortales, que se sitúan entre 13 y 16, según los distintos datos ofrecidos por los servicios sanitarios, la Protección Civil italiana y los demás equipos de emergencia que operan en la zona.

Entre las víctimas mortales figuran tres niños, dos de los cuales fueron recuperados de debajo de las ruinas. La tercera niña era extranjera y murió en el hospital pediátrico Bambin Gesú de Roma, a donde había sido trasladada horas antes en estado muy crítico.

Una de las víctimas más jóvenes recuperadas de entre los escombros fue un chico de 16 años que se llamaba Hamza. Murió al intentar socorrer a su hermana de dos años, que resultó herida de gravedad con quemaduras en la mayor parte del cuerpo.

Tras socorrer a su herma, el chico quedó atrapado en la casa y murió asfixiado. Los demás miembros de esta familia procedente del norte de África lograron escapar del edificio antes de que fuera demasiado tarde.

El otro niño, cuyo cuerpo sin vida fue rescatado por los Bomberos, es el de un pequeño de cuatro años que quedó atrapado en el interior del coche de sus padres y murió carbonizado.

LA TRAGEDIA PODRÍA HABER SIDO MAYOR

Aun con todo, la tragedia podría haber sido mucho mayor si no hubiera sido por la rápida reacción del jefe de estación, que avisó a tiempo a los conductores de dos trenes que estaban a punto de llegar a la estación de Viareggio, el primero procedente de Roma (centro) y el segundo con destino Florencia (centro-norte).

Otra noticia positiva fue el rescate de un niño de corta edad, que fue sacado con vida de las ruinas de su casa. Las imágenes de este emocionante rescate fueron difundidas por gran parte de las televisiones italianas.

Sin embargo, a las víctimas mortales se unen algunas decenas de heridos, de los que al menos 14 se encuentran en estado muy grave, con quemaduras en la mayor parte del cuerpo. Todos ellos fueron trasladados a distintos hospitales de la Toscana, la región donde se encuentra Viareggio, y a otras zonas de Italia. Entre los más graves, se encuentra un niño que se halla ingresado en el hospital Meyer de Florencia, la capital de la Toscana (centro-norte de Italia).

Además, han tenido que ser evacuadas un total de 1.115 personas, de las cuales 700 han encontrado alojamiento en casas de parientes y amigos y 300 han tenido que ser acogidas por los servicios de asistencia italianos.

Por su parte, los dos maquinistas del tren están sanos y salvos tras lograr escapar "de milagro" mientras se producía la explosión, según relataron ellos mismos. Toda la zona de la estación ha sido acordonada. Los servicios técnicos especializados están trabajando en la difícil y peligrosa tarea de trasladar las cisternas de gas a un lugar seguro.

Las autoridades del país han abierto dos investigaciones paralelas para averiguar las causas del accidente. La primera depende del Ministerio de Infraestructuras, mientras que la otra corre a cargo de la Magistratura.

Todo parece indicar que el tren sufrió un fallo estructural en uno de sus vagones y descarriló, lo que provocó la fuga de gas que luego generaría la explosión. Sin embargo, todavía no está claro qué es concretamente lo que falló, si el engranaje que une los vagones entre sí, alguna pieza del tren o la sujeción de las cisternas de gas, entre otros elementos posibles.

Por su parte, los dos maquinistas explicaron que el tren viajaba regularmente a 90 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima es de 100 kilómetros por hora. Su testimonio fue recogido por los magistrados que están investigando el caso.

El primer ministro del país, Silvio Berlusconi, que calificó el accidente de "sobrecogedor", se desplazó esta tarde al lugar de los hechos para "tomar las riendas de la situación". Algunos ciudadanos le recibieron con aplausos, mientras otros lo hicieron con silbidos y abucheos como el de "¡bufón, bufón!".

El accidente de Viareggio se inscribirá en los anales de la historia italiana como uno de los más graves y mortíferos, a la espera de que en los próximos días se acabe de concretar la cifra definitiva de muertos y heridos.