MANILA, 30 Nov. (EP/AP) -
La Policía filipina presentó hoy una demanda por rebelión contra 50 altos cargos del Ejército y quienes les apoyaban --incluido un ex vicepresidente del país-- por dar un golpe de Estado fallido con el que pretendían desencadenar una revuelta de "poder popular" contra la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo.
Los acusados, la mayoría esposados, fueron llevados a una sala de una comisaría de la Policía, en donde los fiscales les leyeron la demanda presentada contra ellos y les presentaron las pruebas, entre las que se incluyen rifles de asalto M16, munición, brazaletes de tela especiales y transmisores-receptores presuntamente usados en la sublevación.
De las 101 personas que fueron detenidas en el hotel de la capital filipina en el que se amotinaron los militares, sólo 50 permanecen en custodia. Todas han sido acusadas de rebelión, según aseguró el fiscal Emmanuel Velasco. Uno de los acusados es el ex vicepresidente Teofisto Guingona, que fue trasladado a un hospital debido a una dolencia que no se especificó.
La presidenta filipina calificó a los sublevados de "lobos solitarios" desesperados que son ciegos ante los deseos del pueblo. "En lugar de esforzarse en el marco de nuestra democracia para unir al país, sus acciones sólo avivan motivaciones egoístas en el interés propio", dijo en un discurso televisado.
Macapagal Arroyo indicó que los filipinos pueden encontrar consuelo en el hecho de que las instituciones gubernamentales y la sociedad civil son "fuertes y estables", por lo que "el estado de Derecho ha prevalecido".
