MANILA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno filipino aseguró hoy que ampliará la ayuda educativa y en viviendas a los niños, tal como ha exigido el hombre que esta noche secuestró un autobús con 32 niños y dos profesores en las cercanías del Ayuntamiento de Manila, según informó la agencia de noticias PNA.
"El Gobierno amplía esa asistencia a los pobres a fin de que las autoridades les ayuden", declaró el secretario ejecutivo del Gobierno, Eduardo Ermita. Ermita hizo estas declaraciones después de que el secuestrador, Jun Ducat, pidiera a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo que garantice que los niños recibirán mejores casas y educación.
El secuestrador ha asegurado que liberará a los niños si el Gobierno le garantiza que se satisfarán estas demandas. "Si la presidenta puede garantizarlas, me entregaré", declaró Ducat, citado por PNA.
Por su parte, la secretaria del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo, Esperanza Cabral, también ha garantizado a Ducat en conversación telefónica que el Gobierno ampliará sus ayudas a los niños que mantiene secuestrados.
Las autoridades no tienen cifras exactas sobre el número de secuestrados. Las primeras informaciones hablaban de 32 niños y dos profesores. Ducat ha admitido que decidió secuestrarlos para llamar la atención de las autoridades sobre las necesidades de estos menores.
Los niños están matriculados en una guardería de la misérrima comunidad de Parola, en el distrito de Tondo, en Manila, y participaban en una excursión del colegio cuando fueron secuestrados. Tras el secuestro, desde una de las ventanas del autobús, los secuestradores mostraron una hoja en la que habían escrito que estaban armados con dos granadas, un fusil de asalto y una pistola del calibre 45, según informó el portavoz policial Mark Andal.
Los atacantes exigen el derecho a casa y educación para un total de 145 niños en una guardería en la que, al parecer, comenzó el secuestro. "Ya he visto a muchos niños en la escuela, les quiero y deseo que puedan acabar sus estudios", afirmó Ducat.
El secuestrador, citado por PNA, admitió que tiene una granada, pero ha advertido de que no será responsable de lo que pueda suceder en caso de que el Gobierno decida intervenir mediante la fuerza. Aparte, en declaraciones a la radio local 'DZMM' a través de un teléfono móvil, pidió a la Policía que tenga "compasión" por los niños retenidos y que en el caso de que hubiera derramamiento de sangre, él no sería "el primero en disparar".
La Policía ha rodeado el autobús. La televisión ha podido grabar desde el exterior a los niños retenidos en el autobús, así como una mujer que pedía un teléfono móvil mientras uno de los secuestradores sujetaba una granada sobre su hombro.
