CIUDAD DE TACLOBAN (FILIPINAS), 9 Nov. (Reuters/EP) -
Filipinas ha iluminado este sábado con velas las calles de Ciudad Tacloban para recordar a las más de 6.300 víctimas que murieron por el paso del tifón 'Yolanda' hace un año, que arrasó el país con vientos de más de 250 kilómetros por hora.
Miles de personas han portado globos blancos y velas en señal de duelo y han recorrido las zonas más afectadas por el tifón. Mientras, las campanas de las iglesias tañían y sonaban sirenas en el comienzo de una misa católica en una explanada de media hectárea donde se encuentra una fosa común con los cadáveres de más de 3.000 personas.
"Es importante que esto sea significativo, de modo que las próximas generaciones lo recuerden", ha afirmado el alcalde de la ciudad, Alfred Romualdez.
El tifón 'Yolanda' arrasó o dañó prácticamente todo a su paso tras tocar tierra el 8 de noviembre del 2013, y destruyó alrededor del 90 por ciento de la ciudad de Tacloban, en la provincia de Leyte.
Más de 14,5 millones de personas resultaron afectadas por la tormenta en seis regiones y 44 provincias, y más de cuatro millones de personas aún están damnificadas. Además, cientos de personas continúan desaparecidas.
PROTESTAS POR EL "ABANDONO"
La situación ha provocado que cientos de personas, la mayoría pescadores, hayan realizado varias protestas a lo largo de la jornada, para exigir que el Gobierno les entregue nuevas viviendas y empleos, y han acusado a los funcionarios de desviar fondos de ayuda y reconstrucción.
"Hemos sentido durante un año el feroz abandono, corrupción, engaño y represión del Gobierno, y hemos visto durante un año noticias y estudios que confirman esta situación", ha criticado Efleda Bautista, líder de un grupo de sobrevivientes del tifón.
RECONSTRUCCIÓN
El Gobierno filipino ha cifrado en casi 170.000 millones de pesos (3.047 millones de euros) la ayuda necesaria para reconstruir las comunidades afectadas, además de la construcción de un dique de cuatro metros de alto en el borde costero de 27 kilómetros para impedir que se repita el desastre.
Por su parte, el presidente, Benigno Aquino, que visitó la isla cercana de Samar el viernes, dio a conocer un plan para relocalizar al aeropuerto de Tacloban fuera del borde costero y construir más de 205.000 viviendas permanentes para reubicar a familias desplazadas.
"Esto no es política", ha afirmado Aquino ante los periodistas, defendiendo a su Gobierno contra las críticas que sostiene que su gestión ha sido lenta a la hora de responder al desastre.
