PARIS, 12 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS Salvador Martínez) -
Laurence Tramois, doctora, y Laurence Chanel, enfermera, se sientan esta semana en el banquillo de los acusados del tribunal regional de Aquitania (sureste de Francia) acusadas, respectivamente, de envenenamiento y complicidad de envenenamiento.
Ambas están detrás de la muerte de Paulette Duráis, enferma de cáncer de páncreas que, tras haber entrado en un estado de coma en el que permanecía reactiva al dolor, recibió una inyección de cloruro de potasio prescrita por Tramois y realizada por Chanel.
En Francia, la medicina puede acompañar con un tratamiento el dolor de un paciente cuando éste se encuentra en fase terminal incluso cuando el tratamiento puede implicar la muerte.
Sin embargo, el modus operandi de Tramois y Chanel no tuvo en cuenta la opinión del resto de responsables médicos del hospital de Saint-Astier, ni la de la familia de la paciente ni la de la propia paciente, de quien no hay pruebas que evidencien escrupulosamente que solicitase la inyección de cloruro de potasio que acabó con su vida.
La presidenta de la asociación Médecine de Vie --Medicina de Vida--, Elisabeht Bourgois, consideró, en declaraciones a Europa Press, que la acción de Tramois y Chanel tiene que ver más con haber "dado la muerte" o "el asesinato" que con el acompañar y "ayudar a morir bien" como se puede hacer en Francia gracias a la ley Léonetti de 2005.
En los últimos veinte años, varios casos de eutanasia similares han tenido como resultados el sobreseimiento y la absolución de los acusados. Según Bourgois, enfermera y escritora, estas decisiones judiciales se deben, en ocasiones, "a la presión que ejercen unos medios de comunicación" afines a quienes practican la eutanasia.
A su modo de ver, el contexto en el que se juzga a Laurence Tramois y a Laurence Chanel también está marcado por esta presión, un hecho que hace dudar a Bourgois de la decisión judicial respecto a la doctora y la enfermera. "No se sabe lo que va a pasar, pero, en cualquier caso, hay que dejar a la justicia trabajar tranquila", dijo.
