Francia.- Muere el cardenal Jean-Marie Lustiger, figura clave de la Iglesia francesa de origen judío

Actualizado: lunes, 6 agosto 2007 14:07

PARÍS, 6 Ago. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -

La muerte del cardenal Jean-Marie Lustiger el sábado a los 80 años de edad anunciada anoche no ha dejado indiferentes a los franceses ni a los medios de comunicación que hoy ensalzaron como "hombre de acción" al que fue la principal figura de la Iglesia francesa y cuya vida estuvo marcada por sus orígenes judíos, su proximidad con el difunto Papa, Juan Pablo II, y por haber sido arzobispo de París entre 1981 y 2005.

Nacido en el seno de una familia judía parisiense de origen polaco, Aaron Lustiger, cuyo abuelo materno era rabino, no adoptó el nombre de Jean-Marie hasta el momento de su conversión al catolicismo, el 10 de septiembre de 1940. Dos años más tarde su madre fue deportada al campo de concentración de Auschwitz, donde murió.

Quien ejerció "la más alta función de la Iglesia de Francia" fue un "hombre herido" cuyo pensamiento "no se comprende si se pierde de vista el niño judío que fue", según se lee en la biografía de Lustiger que escribió en 1996 el periodista Robert Serrou bajo el título "Lustiger, cardenal, judío e hijo de inmigrante".

Lustiger ejerció como sacerdote desde 1954 en París y fue en 1983 cuando fue ordenado cardenal por le Papa Juan Pablo II, de quien fue estrecho colaborador, sobre todo, en el marco de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud que vivió París en 1997.

Como Juan Pablo II, fue un hombre considerado en el seno de la Iglesia como un "reformador", una actitud de la que da cuenta que durante su episcopado tomara medidas para incentivar la formación de los sacerdotes y animar la renovación de las parroquias parisienses. Además, Lustiger fue responsable de la fundación de la facultad de teología de la Escuela Catedral de París, el centro de formación de la diócesis de la capital francesa.

En octubre de 2006, reveló en una carta a los miembros de la diócesis de París que sufría una "grave enfermedad" cuyo tratamiento implicó su hospitalización en las instalaciones de la casa médica Jeanne Garnier en abril de este año.

UN HOMBRE "DE ACCIÓN"

La capacidad de entrega es el aspecto de la personalidad de Jean-Marie Lustiger más destacado hoy por quienes han reaccionado a la muerte del cardenal. En su carrera espiritual y profesional "fue un hombre que jamás se entregó a la mitad", según señaló la Presidencia de la República.

En esta apreciación coinciden las opiniones conservadoras y progresistas, pues el diario de izquierdas 'Libération' considera el fallecimiento de Lustiger como "la muerte de un cardenal de acción". Su vida, según se lee en el diario 'Le Parisien' fue "una vida de pasión".

El presidente del centrista Movimiento Demócrata, François Bayrou, católico practicante, señaló que "más allá de las altas responsabilidades" que pudo ejercer el cardenal, "será una de las figuras más altas del humanismo francés" pues también fue miembro de la Academia francesa.

Para el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF), "el cardenal Lustiger jugó un papel considerable en la mejora de las relaciones entre judíos y católicos" y "siempre manifestó una gran solidaridad hacia su comunidad de origen", señaló Richard Pasquier, presidente de la organización que representa a más de 60 asociaciones judías.