PARÍS, 27 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) - .
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala en su último informe sobre la economía francesa, publicado hoy, que Francia adolece de "una baja competitividad", a pesar de que el crecimiento del PIB del país ha evolucionado positivamente como en el resto de países de la zona euro "tras la ralentización" económica registrada entre 2001 y 2003.
La "escasa competitividad" que subraya el estudio guarda relación con el "elevado nivel de paro", del 8,2% según los datos del instituto nacional de estadística francés del pasado mes de abril, y "un bajo nivel de actividad", dos indicadores que "manifiestan problemas "estructurales subyacentes" y "que es necesario afrontar", según se lee en el informe.
Aunque el documento constata que en Francia "el trabajo aumenta y el déficit presupuestario baja", la OCDE hace hincapié en que "un aumento reforzado del trabajo tendría un efecto beneficioso sobre la pobreza y la exclusión social, así como sobre las finanzas públicas", según los términos del informe, habida cuenta de que la deuda pública del país supera el 63,7 por ciento del PIB.
En su minucioso examen de la economía francesa el estudio "examina algunos de los temas esenciales que deberían ser prioritarios en la acción reformadora del Gobierno" galo, a saber, el sistema de protección social, el sistema educativo, el envejecimiento de la población y la descentralización del Estado.
Sobre el primero de esos ámbitos, la OCDE reconoce que "el sistema de protección social logra preservar de la pobreza a la mayor parte de los individuos, pero es menos eficaz" en materia de lucha contra "la exclusión social".
Las consideraciones sobre el ámbito educativo resultan especialmente importantes pues el paro alcanza al 21,1 por ciento de los jóvenes menores de 25 años, una proporción que dobla los registros relativos a los otros sectores de la población activa.
En este sentido, el informe de la OCDE publicado hoy mantiene que a pesar de que "el sistema educativo francés produce muy buenos diplomas no está suficientemente orientado al mercado de trabajo". "Los resultados no están a la altura de las ambiciones de equidad del sistema educativo", concluye el análisis.
En lo que respecta al envejecimiento de la población, la OCDE saluda la reforma de las pensiones realizada por el gobierno del primer ministro, Jean Pierre Raffarin, durante el segundo mandato del ex presidente, Jacques Chirac, porque "han reducido el gasto futuro del envejecimiento de la población a las finanzas públicas".
No obstante, habiendo cerca de 10 millones de personas mayores de 60 años en Francia y que esta cantidad no dejará de aumentar sobre una población total de casi 64 millones, "el coste debería aumentar y la financiación de la salud podría plantear problemas".
El quinto y último capítulo del informe publicado hoy trata la cuestión del la "descentralización" del tradicionalmente caracterizado como "centralizado" Estado francés. En este sentido, esta "reputación, antes merecida" ya no lo es tanto habida cuenta del "número significativo de competencias transferido a las colectividades territoriales a lo largo de los dos últimos años".
