PARÍS, 10 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
Once de los quince ministros del Gobierno francés presidido por Nicalas Sarkozy buscan la legitimidad de las urnas en la primera vuelta de las elecciones legislativas que está teniendo lugar en el país.
Desde François Fillon, primer ministro del Ejecutivo, hasta el secretario de Estado para los Transportes, Dominique Bussereau, la mayoría de los miembros del gabinete se someten al voto de los electores, pues en caso de no ser elegidos diputados se verían obligados a abandonar el cargo que ocupan.
Sin embargo, la mayoría de los ministros que se presentan como candidatos a las once circunscripciones de las 577 que están en juego hoy y el próximo domingo, Fillon, Jean-Louis Borloo (Economía), Xavier Bertrand (Trabajo), Michèle Alliot-Marie (Interior), Roselyne Bachelot (Salud), Valerie Pécresse (Enseñanza Superior), Eric Woerth (Presupuesto), Christine Boutin (Vivienda), Hervé Morin (Defensa); parten como favoritos para renovar sus escaños.
El primer ministro, el más implicado en la campaña del partido de Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), hace frente a una circunscripción en la que un 49,66 por ciento de los electores votó por Ségolène Royal, la candidata socialista a la jefatura del Estado, en la segunda vuelta de la elección presidencial.
La candidatura más arriesgada es la del ministro de Estado de la Ecología y Desarrollo Sostenible, Alain Juppé, quien es candidato a la segunda circunscripción de Gironda en la región del sudeste de Aquitania, cuya capital es la ciudad de Burdeos y de la que él es alcalde.
Allí los electores eligieron mayoritariamente a Royal, por quien votó un 54,66 de los votantes. Sin embargo, en las pasadas elecciones legislativas de 2002, Juppé se hizo con el escaño de la segunda circunscripción de Gironda al obtener el 55,49 por ciento de los votos.
