PARÍS, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha condicionado la reintegración francesa en la estructura militar de la OTAN a la incorporación de sus oficiales a la cúpula de mando de la Alianza Atlántica, al tiempo que insitió en la necesidad de incrementar las sanciones contra Irán para "crear un debate en la sociedad iraní que les lleve a darse cuenta de que el aislacionismo no funciona".
"En primer lugar: no tengo ningún problema con la OTAN", aclaró Sarkozy, cuyo Gobierno podría romper con la tendencia impuesta por el General Charles De Gaulle, en 1966, por la que Francia rompió sus vínculos con la estructura militar de la Alianza, rechazando así integrar tropas francesas bajo el mando de la OTAN o impidiendo la instalación de bases de la organización en territorio galo.
"Hay dejar de presentar a la Alianza Atlántica como si fuera el hombre del saco", explicó el presidente francés. "Hay que recordar que somos un miembro fundador de la OTAN, (...) y uno de sus principales contribuyentes", afirmó, insinuando que para que se diera la posibilidad de un "cambio en la relación entre Francia y la Alianza" deberían cumplirse "dos requisitos previos".
El primero de ellos es el reconocimiento, por pate de Estados Unidos, de que Europa "es capaz de defenderse por sí misma", y que en ningún momento supondría "un riesgo para los americanos". El segundo punto a cumplir exige "que se haga un espacio para los representantes franceses en los cuerpos de gobierno de la organización, al más alto nivel", explicó Sarkozy.
SANCIONES CONTRA IRÁN
El presidente francés también trató el tema de una posible tercera declaración sancionadora contra Irán por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Francia, en palabras de Sarkozy, está dispuesta a apoyar "un arsenal de sanciones para convencer a Teherán", pero también cualquier tipo de negociación "firme" para que la sociedad iraní reconozca que el "aislacionismo es un callejón sin salida".
"No voy a entrar en detalles, pero quiero que que se establezca un debate genunino dentro de la política y de la sociedad iraníes, para que vean que es imposible vivir en total aislamiento", explicó Sarkozy, comentando las declaraciones realizadas el pasado jueves en la televisión francesa, y en las que consideraba que un Irán con armas nucleares "es una situación completamente inaceptable".
Sin embargo, y para concluir la cuestión, el presidente galo negó que Francia se haya adherido por completo a la postura que defiende Estados Unidos, y explicó que considera de forma independiente las opiniones de todos los países que están inmersos en la negociación sobre el programa nuclear iraní.
"No voy a determinar mi postura (respecto a Irán) basándome en la opinión estadounidense", dijo Sarkozy. "La postura de Rusia y de China también cuentan a la hora de determinar las sanciones, porque la opinión estadounidense o la francesa no son ni el alfa ni el omega, no son completamente determinantes" para decidir cualquier tipo de resolución contra Irán.
