PARIS, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Correccional de París examinará desde hoy y se prevé que por cuatro meses las responsabilidades en el naufragio del petrolero 'Erika' en diciembre de 1999, cuya carga provocó una marea negra que contaminó 400 kilómetros de las costas francesas entre Finistère y Charente-Maritime y que es hasta el momento la peor sufrida en Francia.
El barco estaba fletado por la petrolera francesa Total, que figura entre los imputados junto al capitán del navío, el indio Karun Mathur, y el propietario del 'Erika', el empresario italiano asentado en Londres Giuseppe Savarese. El barco se hundió el 12 de diciembre de 1999 provocando el vertido de dos tercios de su carga.
Las 70 partes civiles que comparecen en el proceso dispondrán de un plazo de cuatro meses para obtener daños y prejuicios ante el citado tribunal. El vertido afectó a 150.000 aves y provocó pérdidas estimadas en más de 1.000 millones de euros, en los cerca de 400 kilómetros de costas que se vieron afectados.
El buque fletado por Total había partido de Dunkerque a pesar de los signos de corrosión y del mal estado de la mar, de ahí el que el tribunal deba determinar ahora si la responsabilidad de lo ocurrido corresponde a la compañía, al armador o al capitán del barco, o incluso a los servicios de rescate, ya que la mala coordinación habría contribuido al desastre.
Por ello, Total y dos de sus filiales encargadas de fletar el barco están acusadas de "contaminación marítima", además de por "complicidad en la puesta en peligro de la vida de un tercero", ya que a través de la investigación se constató que la petrolera francesa "en contacto con el capitán" del 'Erika' "tenía conocimiento desde el 11 de diciembre de las averías del barco, incluidas fugas (...) que hacían temer una contaminación" pero "no tomó ninguna medida para combatir o limitar los efectos", según el acta de acusación.
