PARÍS, 7 Jun. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
El partido del presidente francés, Nicolas Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), celebró su último gran mitin de campaña en Béziers, en el departamento de Hérault, al sur de Francia, en vísperas de la celebración este domingo de la primera vuelta electoral de las elecciones legislativas. Por su parte, el Partido Socialista (PS) hizo lo propio en el bastión progresista galo que es la ciudad de Lille, la capital de la región Norte Paso de Calais, cuya alcaldesa Martine Aubry fue ministra de Trabajo en el gabinete de Jospin.
La última gran reunión pública de UMP encontró su momento culminante, como todas las de la presente campaña, cuando subió a la tarima el primer ministro francés, François Fillon, quien aprovechó su último gran discurso para hacer un breve balance de la actividad gubernamental del gabinete que ha dirigido durante poco menos de un mes.
Así, Fillon hizo alusión a los "treinta días" en los que no ha habido "por un lado la ribera izquierda", es decir, el palacio de "Matignon" --la sede del Gobierno francés-- "y por otro lado la ribera de la derecha" --el palacio del Elíseo-- "sino un sólo equipo" gubernamental.
De este modo, Fillon subrayó ante los 1.500 militantes que le escuchaban en Béziers que su gabinete "debate libremente, trabaja eficazmente, sin protocolos inútiles (y) con la única preocupación de actuar rápido", proclamó en alusión y contraposición a otras formas de Gobierno que haya podido conocer Francia.
En su discurso, Fillon volvió a pedir el voto de los franceses para crear una "mayoría de acción en la Asamblea Nacional" e insistió en la promoción de los proyectos mediante los cuales el Ejecutivo galo quiere exonerar de impuestos a los contribuyentes además de abordar la "nación" y la acción contra "los delincuentes" sin dejar de enunciar duras críticas contra la izquierda.
Paralelamente, Ségolène Royal dirigió en Aubry junto a Laurent Fabius --candidato del partido a liderar la candidatura socialista en los comicios presidenciales y derrotado en las primarias por Royal-- la última gran cita de la presente campaña electoral de los líderes socialistas.
Sintomático de la división que reina en el PS desde que Royal fuera vencida claramente en la elección presidencial es que el primer secretario de los socialistas, François Hollande, no hiciera acto de presencia en la sala, como tampoco lo hizo Dominique Strauss-Kahn, el tercer rival de Royal en las elecciones primarias del partido.
Con la intervención de Ségolène Royal esta noche, los socialistas pusieron el último gran broche de la campaña. En el mitin, la soliacista recuperó el mensaje que viene lanzando a sus militantes desde que comenzó la presente campaña.
"Hay que hacer mentir los pronósticos", dijo en alusión a los sondeos de opinión que dan una clara victoria a UMP en las elecciones legislativas de este domingo y el próximo día 17. Ante los cerca de 2.000 militantes que se reunieron hoy en Lille, Royal dijo que "lo sembrado" durante la campaña presidencial, "hará falta recogerlo más tarde".
Sin embargo, hasta los días de cosecha, la izquierda tendrá que lidiar con un tandem Sarkozy-Fillon que Royal calificó de "policías de serie" de televisión, pues el primero "golpea con la porra" mientras que el otro "acaricia".
