El Gobierno admite que tendrá que trabajar duro para que las empresas canadienses se beneficien del CETA

Firma de acuerdo CETA - Justin Trudeau, Donald Tusk
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Actualizado: lunes, 31 octubre 2016 21:41

OTTAWA, 31 Oct. (Reuters/EP) -

La ministra de Comercio de Canadá, Chrystia Freeland, ha admitido este lunes que su Gobierno tendrá que trabajar duro para garantizar que las empresas canadienses se benefician del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (CETA, por sus siglas en inglés).

"El Gobierno está ahora muy, muy centrado en trabajar con nuestros exportadores para asegurarnos de que entienden las oportunidades que este nuevo mercado representa", ha dicho Freeland en declaraciones a los medios de comunicación.

Los defensores del CETA sostienen que incrementará el comercio bilateral un 20 por ciento y que sumará a la economía canadiense 12.000 millones de dólares locales, siempre y cuando los exportadores del país norteamericanos --demasiado conservadores-- sepan aprovecharlo.

El presidente del Consejo Empresarial de Canadá, John Manley, ha avanzado que el Gobierno tendrá que hacer "esfuerzos agresivos" para ayudar a las pequeñas y medianas empresas. "Las grandes compañías van a lanzarse pero en Canadá no tenemos suficientes grandes compañías", ha explicado.

Otro de los retos del Gobierno liberal de Justin Trudeau es satisfacer las demandas de los agricultores canadienses, que reclaman compensaciones por los daños que creen que causarán en el mercado interno las importaciones europeas.

El anterior Gobierno conservador prometió a los productores de leche y huevos y a las granjas avícolas ayudas por valor de 4.300 millones de dólares canadienses durante los próximos 15 años para compensar las potenciales perdidas por el CETA y el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos (TPP).

Una de las más beneficiadas por el CETA será la industria cárnica canadiense, que verá incrementadas sus cuotas de exportación a la UE desde las 1.000 a las 65.000 toneladas, aunque se teme que el bloque comunitario imponga restricciones no tarifarias.

"Si el acceso es real, entonces puedo ver lo que pasará en cinco o diez años, pero la cuestión es si será real o si Europa pondrá obstáculos en nuestro camino", ha dicho John Masswohl, director de relaciones gubernamentales de la industria cárnica.

Este domingo la UE y Canadá firmaron el CETA en una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas, pero aún quedan la ratificación de la Eurocámara y de los 28 parlamentos nacionales, un proceso que puede llevar años.