El Gobierno de Brasil, "abierto al diálogo"

Manifestación contra Dilma Rousseff y el PT en Manaos
BRUNO KELLY / REUTERS
Actualizado: lunes, 16 marzo 2015 21:14

BRASILIA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha reunido este lunes a sus ministros para analizar las masivas manifestaciones del domingo y reiterar que el Gobierno está "abierto al diálogo" con los partidos políticos y movimientos sociales que salieron a la calle.

"Quiero dejar claro que el Gobierno está enteramente abierto al diálogo", ha dicho el ministro de Justicia, Eduardo Cardozo, ante los medios de comunicación. En este sentido, ha dicho que "poco importa" si se trata de fuerzas afines u opositoras, ya que el Ejecutivo "está abierto al diálogo con todos".

El titular de Justicia ha subrayado que un gobierno "democrático" debe "escuchar la voz de la calle", independientemente de que sean "aplausos" o "abucheos". "Necesitamos captar ese sentimiento y nos parece muy claro que tiene una profunda relación con la indignación por la corrupción", ha añadido, según la Agencia Brasil.

El ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, también ha captado el mismo "mensaje". A su juicio, "nadie estaba reivindicando más programas sociales o diciendo que el desempleo está matando las oportunidades", sino que "quieren que se luche contra la corrupción" y "entender lo que el Gobierno está haciendo en el campo de la economía".

En cuanto a cómo ha recibido Rousseff estas manifestaciones, Braga ha recordado la detención de la presidenta durante la dictadura militar para apelar a sus valores de "demócrata", capaz de estar frente a su pueblo y "responder a los desafíos".

MARCHAS PACÍFICAS

Las marchas, convocadas a través de las redes sociales, se han desarrollado en las principales ciudades del país de forma absolutamente pacífica y en ellas se han exhibido con profusión los colores de la bandera brasileña. El lema más generalizado ha sido el de 'Fuera Dilma', pero también se han podido ver pancartas a pidiendo una 'Intervención militar'.

La mayoría de los organizadores pedían que se abra un proceso de destitución contra la presidenta, argumentando una presunta corrupción del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), el escándalo por desvío de fondos en la petrolera estatal Petrobras y los elevados impuestos, entre otras cuestiones.

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