Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:33

   MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno de Egipto ha adelantado que la prohibición de Hermanos Musulmanes como organización civil es cuestión de horas, una vez que expire el plazo legal para que el movimiento islamista recurra la decisión judicial de disolverlo.

   El portavoz del Ministerio de Solidaridad Social, Hany Mehanna, ha anunciado que esta cartera prohibirá Hermanos Musulmanes en cuanto venzan los plazos legales, en cumplimiento de dicho fallo, según ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.

   Esta decisión contradice lo anunciado por el ministro de Solidaridad Social, Ahmed al Boraie, que había anunciado que suspendería la disolución de Hermanos Musulmanes hasta que acabaran todos los procesos judiciales en su contra.

   El pasado 23 de septiembre, un tribunal de El Cairo prohibió todas las actividades de Hermanos Musulmanes, de su organización no gubernamental y de cualquier otra vinculada al movimiento islamista y ordenó confiscar sus bienes.

   La sede judicial atendió de esta forma la solicitud del partido político izquierdista Tagammu, que había exigido la prohibición de Hermanos Musulmanes y la confiscación de sus bienes y de los de todos sus miembros en Egipto.

   Su decisión se basó en la adoptada el pasado 2 de septiembre por la Autoridad de Comisarios Estatales --el órgano de asesoramiento legal del Gobierno interino--, que recomendó la disolución del movimiento islamista por su relación con las milicias armadas.

   El pasado lunes, la Autoridad de Comisarios Estatales también recomendó la disolución del Partido Libertad y Justicia (PLJ), vinculado a Hermanos Musulmanes, argumentando que la solicitud realizada en 2011 por su líder, Saad El Katatni, para crearlo no fue válida.

CAMPAÑA CONTRA HHMM

   Egipto está sumido en una crisis política desde el pasado 3 de julio, cuando las Fuerzas Armadas dieron un golpe de Estado contra el Gobierno de Mohamed Mursi, apoyándose en las multitudinarias manifestaciones del último año por su giro islamista.

   Desde entonces, las autoridades interinas han lanzado una campaña contra Hermanos Musulmanes que se ha saldado con la detención de sus principales dirigentes y decenas de sus miembros que están a la espera de ser juzgados por incitar a la violencia.

   El Ministerio Público ha acusado a Mursi y a otras 14 personas de incitar al asesinato y a actos de violencia por las protestas de diciembre de 2012, alegando que movilizaron a simpatizantes de Hermanos Musulmanes para que atacaran a los manifestantes antigubernamentales

   Mursi también está acusado de insultar a la Judicatura y está siendo investigado por colaborar con la facción palestina Hamás y con el partido-milicia chií libanés Hezbolá y por su fuga de la prisión de Wadi el Natroun durante las revueltas contra el régimen de Hosni Mubarak.