El Gobierno de Nigeria se enfrenta a una creciente presión para rescatar a las niñas de Chibok

Familiares de las niñas de Chibok lloran durante una reunión con el presidente.
REUTERS
Actualizado: miércoles, 11 enero 2017 17:57

DAKAR, 11 Ene. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

La aparición de una veintena de las niñas que fueron secuestradas por el grupo terrorista Boko Haram en abril de 2014 en una escuela de la localidad de Chibok, en el noreste de Nigeria, ha provocado que las autoridades se encuentren bajo una presión aún mayor para rescatar a las que permanecen retenidas.

La liberación de 21 niñas en octubre en el marco de un acuerdo negociado por el Gobierno suizo y el Comité Internacional de la Cruz Roja ha devuelto a los familiares de las menores la esperanza de recuperarlas con vida.

Para madres como Rebecca Joseph el regreso de las niñas supuso una celebración agridulce. Su hija Elizabeth es una de las 195 menores que siguen retenidas por el grupo terrorista, que ha intentado convertir a algunas al islam para obligarlas a casarse con los raptores.

"Estoy feliz porque algunas de las niñas han vuelto a casa a pesar de que la mía no se encuentra entre ellas", ha indicado Joseph. "Rezo para que mi hija y el resto sean rescatadas y regresen con sus familias", ha añadido.

El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, se ha comprometido a recuperar a las niñas "tan pronto como sea posible" para que estas puedan reunirse con sus familias. "Esperamos que muchas más regresen. Las lágrimas nunca se secan. El dolor está en nuestros corazones", ha manifestado Buhari, que llegó al poder en 2015.

LA LUCHA POR LA LIBERTAD

El Gobierno de Nigeria informó el mes pasado de que se encontraba inmerso en una serie de negociaciones para lograr la liberación de algunas de las niñas. A finales de diciembre el Ejército capturó uno de los principales enclaves de los milicianos en el bosque de Sambisa.

Varios expertos de seguridad han afirmado que recuperar a las niñas supone un gran desafío dada la importancia de las mismas para Boko Haram, cuya violencia se ha saldado con unos 15.000 muertos en los últimos siete años.

"Las niñas de Chibok se han convertido en un símbolo del conflicto de Boko Haram a nivel internacional", ha indicado Sola Tayo, miembro de la organización Chatham House. "Para los insurgentes, la respuesta global al secuestro se ha sumado al valor de las niñas", ha añadido.

"Asegurar la liberación de las niñas requeriría que el Gobierno hiciera una serie de concesiones, las cuales podrían revertir los avances significativos llevados a cabo en relación con Boko Haram", ha aseverado Ryan Cummings, director de la consultora de gestión de riesgos Signal Risk.

"En relación con las niñas, el grupo terrorista podría exigir suministros, como armas y vehículos, e incluso dinero, lo cual podría recalibrar y reforzar su campaña armada contra el Estado nigeriano", ha explicado Cummings.

DIVISIONES INTERNAS

Una de las principales dificultades a las que se enfrentan las autoridades a la hora de negociar la liberación es la división interna que presenta la organización terrorista. El Gobierno carece de información acerca de cuántas niñas se encuentran secuestradas por la facción del líder, Abubakar Shekau, y cuántas son retenidas por el bando que juró lealtad a Estado Islámico.

"Será difícil liberar a la mayoría de las niñas dado que cada facción negociará en sus propios términos", ha indicado el analista de seguridad Freedom Onuoha.

A pesar de que el Ejército ha logrado expulsar a los yihadistas de gran parte del territorio que controlaban, la lucha contra los milicianos se llevará a cabo con total efectividad hasta que las niñas sean liberadas, según Nnamdi Obasi, del International Crisis Group.