NUEVA DELHI, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno indio pidió a Pakistán la extradición de quienes conspiraron con el paquistaní Mohamad Ajmal Kasab para llevar a cabo los atentados del 26 de noviembre de 2008 en la ciudad india de Bombay, por los que Kasab, el único autor de los ataques que fue detenido con vida, ha sido condenado a muerte.
Uno de los conspiradores que habría organizado los ataques de Bombay es el líder de Jamaat ud Dawa, Hafiz Said, contra quien las autoridades paquistaníes no han emprendido acciones pese a las pruebas en su contra que India asegura haber proporcionado.
El ministro de Asuntos Exteriores, Somanahalli Mallaiah Krishna, dijo que "en vista de esta sentencia (la de Kasab) y de las investigaciones que la han precedido en relación con estos juicios, otros que actuaron como conspiradores también deberán ser extraditados y llevados ante la justicia" india.
"Creo que el juez ha llegado a la conclusión más adecuada, que podría transmitir el mensaje positivo de que cualquiera que quiera hacer la guerra contra India será detenido y, tras ser sometido a un juicio justo, verá que la justicia se impondrá", declaró a los medios de comunicación Krishna, citado por la agencia de noticias PTI.
El ministro aseguró que la sentencia dictada hoy está basada en pruebas concretas de la participación de Kasab en la masacre. Kasab, de 23 años, ha sido condenado a morir en la horca por asesinato, por llevar a cabo la guerra contra India y por participar en actividades terroristas.
Tenía en su contra un total de 86 cargos, pero sólo se le ha condenado a muerte por cuatro de ellos. Asimismo, ha sido condenado a cadena perpetua por otros cinco.
Ahora, el juez deberá remitir su sentencia al Tribunal Supremo de Bombay para que la confirme. Dicha corte pedirá todas las pruebas del caso y lo valorará. Normalmente, explican los medios indios, el tribunal confirma la sentencia, pero el proceso podría llevar meses.
Aunque este tribunal confirme la sentencia en primera instancia, Kasab, que siempre ha defendido su inocencia, puede recurrirla ante el Tribunal Supremo indio, que a su vez valorará el caso y analizará los argumentos a favor y en contra de validar la pena de muerte.
Si el Supremo confirma la sentencia, Kasab podrá aún solicitar el indulto a la presidenta (o presidente) de India y mientras ésta no se pronuncie, la ejecución quedará en suspenso, lo que podría llevar incluso décadas.