El Gobierno turco asegura que sólo 50 refugiados han regresado a Siria y que ha sido de manera voluntaria

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 28 marzo 2013 14:33

ANKARA 28 Mar. (Reuters/EP) -

El Ministerio de Asuntos Exteriores turco ha desmentido las informaciones sobre la deportación de más de 600 refugiados sirios del campamento de Suleiman Shah y ha asegurado que han sido entre 50 y 60 los que han regresado a su país y que lo han hecho de manera voluntaria.

"Algunas personas han regresado desde anoche. Los números están más cerca de 50 ó 60 y sí, algunos de ellos puede que estuvieran implicados en las provocaciones de ayer, pero regresaron por su propia voluntado", ha indicado un portavoz del Ministerio, Levent Gumrukcu.

"Nadie ha sido deportado ni expulsado hacia Siria contra su voluntado", ha señalado otra fuente gubernamental, citada por el diario turco 'Zaman' en su edición digital. Así, quienes han vuelto a Siria han decidido que no querían vivir en el campamento. La deportación, ha explicado la fuente, sería contraria a la normativa que rige la presencia provisional de sirios que han huido de su país debido a la guerra civil.

"El 99,9 por ciento de los sirios que están aquí conocen a estos otros sirios y saben que son provocadores. Son estos últimos los que han elegido regresar", ha añadido la fuente de Zaman.

Los refugiados se manifestaron ayer en este campamento situado cerca de la localidad turca de Akcakale, a escasos kilómetros de la frontera con Siria, tras la muerte de un menor en un incendio que afectó a una de las tiendas de refugiados provocado por un fallo en el suministro eléctrico. Según los propios refugiados, hasta 16 menores de edad han muerto en este campamento por causas similares.

Parte de los refugiados lanzaron piedras contra edificios oficiales, vehículos y agentes de la Policía militar turca, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua. Decenas de sirios resultaron heridos en los enfrentamientos, según los propios refugiados, aunque las autoridades trucas lo niegan.

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