ANKARA, 18 Oct. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, ha manifestado este martes que el partido gubernamental Justicia y Desarrollo (AKP) hará todo lo posible para que se celebre el referéndum constitucional sobre la ampliación de los poderes del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, al margen del apoyo parlamentario que reciba.
Yildirim ha afirmado recientemente que el Gobierno intentará establecer una presidencia ejecutiva y ha descrito la iniciativa como "la mayor reforma posible para desbloquear el sistema".
"Todos deberían poner sus ambiciones e intereses personales a un lado", ha añadido. Las dos grandes formaciones de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), se han opuesto a llevar a cabo reformas de carácter presidencialista.
Después de que el Partido de Acción Nacionalista (MHP), que cuenta con una menor representación en el Parlamento, indicara que no se opondría a la medida, Yildirim anunció la reanudación del proyecto para reformar la Carta Magna y aseveró que los trámites se pondrán en marcha "lo antes posible".
"El MHP se encuentra a favor de la continuidad del sistema parlamentario, pero no ve problema en preguntar a la población", ha señalado el líder de la formación, Devlet Bahceli. "Si el AKP propone al Parlamento algo que incluya todos los puntos de vista, podremos lograr grandes cosas", ha añadido.
Bahceli ha dejado claro en reiteradas ocasiones que dejará que los diputados del MHP, que ocupan 40 escaños en el Parlamento, voten de forma totalmente libre. Esto podría implicar, según varios expertos, que muchos de ellos apoyen al AKP.
Cualquier tipo de cambio constitucional en Turquía requiere el apoyo de al menos 330 diputados, aunque cualquier cifra por debajo de los 367 implicará la celebración de un referéndum. El AKP sólo cuenta con 317 escaños.
Después de que se produjo el intento de golpe de Estado en agosto, Erdogan ha reavivado una nueva oleada de patriotismo en el país. Según una encuesta realizada dos semanas después de la intentona golpista, la popularidad del mandatario ha aumentado significativamente.
Sin embargo, la lira turca ha caído en las últimas semanas hasta mínimos históricos debido a la preocupación mostrada por los inversores y la comunidad internacional, que temen que el país se vea inmerso en una nueva crisis política.
