MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La calma está volviendo poco a poco a Goma, capital de la región de Kivu Norte, a cuyas puertas se encuentran los rebeldes del general renegado tutsi Laurent Nkunda y sobre la que éste ha decretado un alto el fuego unilateral. Según informa Radio Okapi, la emisora financiada por la Misión de la ONU en la República Democrática de Congo (MONUC), las calles de la ciudad están siendo patrulladas por la Policía congoleña y los 'cascos azules'.
Según la emisora, los habitantes de Goma han pasado una noche más tranquila que la anterior, durante la que se produjeron saqueos y algunas personas murieron a manos de soldados gubernamentales descontrolados, aunque también se escucharon algunos disparos, la mayoría para disuadir saqueos.
A lo largo de la mañana, algunas moto-taxi y minibuses de transporte han comenzado a circular por la ciudad, mientras que algunos establecimientos han vuelto a abrir sus puertas. Sin embargo, los edificios públicos y las escuelas permanecen cerrados.
También se ha restablecido la calma, según Radio Okapi, en la prisión central de Munzenze. Según la Policía, en los dos últimos días un grupo de 502 detenidos, todos ellos militares acusados de diversos delitos, intentaron fugarse de la prisión. Esta cárcel tiene actualmente 709 reclusos, pese a que su capacidad es de 150, según la emisora.
Por otra parte, según informa la emisora, los rebeldes de Nkunda han impedido a miles de familias de desplazados que residían en los campos de Kasasa, Dimez y Nyongera, en la localidad de Rutshuru, volver a éstos el miércoles, cuando tomaron la ciudad.
Según testigos, los desplazados que volvían a los campamentos --de los que huyeron ante el avance de los rebeldes-- no pudieron entrar en ellos porque los hombres de Nkunda se lo impidieron. Actualmente, según las fuentes consultadas por la emisora, los tres campamentos permanecen vacíos y todos los alojamientos temporales que había en ellos han sido quemados.