MANCHESTER, 25 Jun. (OTR/PRESS) -
El ministro de Economía británico, Gordon Brown, es desde ayer líder del partido Laborista. Tomó posesión de su cargo a la espera de que el próximo miércoles suceda a su predecesor Tony Blair como primer ministro del Reino Unido, una vez que su dimisión se haga efectiva ante la Reina con la simbólica entrega de los Sellos de la Oficina del Primer Ministro, tras lo que la soberana le pedirá a Brown la formación de un nuevo gobierno. Brown prometió iniciar durante su mandato reformas encaminadas a acabar con la pobreza y mejorar la sanidad.
Respecto a la política exterior, la clave estará en la "lucha contra el extremismo terrorista". "Para aislar y derrotar al extremismo terrorista, será necesario algo más que la fuerza militar", anticipó Brown. Reconoció la intervención en Irak como "motivo de división" interna en el partido Laborista, aunque se comprometió a responder de las "obligaciones internacionales" en Afganistán y Oriente Próximo para seguir jugando un papel fundamental en la resolución de conflictos.
El flamante máximo dirigente del laborismo británico habló durante su comparecencia de "una lucha de ideas e ideales" en la que su agrupación vencerá en "los corazones y las mentes", tanto de sus compatriotas como de los ciudadanos del mundo entero.
