BERLÍN 9 Mar. (de la corresponsal de EUROPAPRESS Clara U. Molina) -
El presidente de los servicios secretos alemanes (BND), Ernst Uhrlau, y su predecesor, August Hanning, han justificado la decisión adoptada en 2002 por la coalición gubernamental 'rojiverde' de impedir la liberación del ex preso de Guantánamo (Cuba) Murat Kurnaz, con el argumento de que se le veía como peligro potencial para la seguridad de Alemania, a pesar de que un interrogatorio a que había sido sometido en la base estadounidense demostraba lo contrario.
En declaraciones ante la comisión parlamentaria que se ocupa del caso del turco nacido en Bremen retenido en Guantánamo, Hanning reconoció que cuando se decidió impedir el regreso de Kurnaz a Alemania ya se conocían los resultados del interrogatorio realizado en 2002.
El turco de origen alemán fue interrogado por tres agentes de los servicios alemanes. Los resultados obtenidos apoyaban la tesis de que Kurnaz no estaba involucrado en círculos terroristas. Los tres agentes que llevaron a cabo tal interrogatorio ya prestaron declaración en el proceso judicial alemán.
Sin embargo, según el presidente de los servicios secretos alemanes, además de cometer "errores de gravedad" a la hora de interrogar a Murat Kurnaz, los tres agentes se habían excedido en sus competencias, pues no debían determinar la culpabilidad de Kurnaz, sino tan solo obtener información sobre la situación en Afganistán y Pakistán. "Por eso que no tuve en cuenta los resultados del interrogatorio", se defendió Hanning durante el proceso el jueves.
Cuando se produjeron los hechos, el actual ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, era ministro de la Cancillería y, como tal, responsable de la coordinación de los servicios secretos alemanes. Es así como Steinmeier es una de las cabezas principales en el caso, ya que por su posición probablemente estaba en conocimiento de cada información.
PÉRDIDA DE DOCUMENTOS
El actual ministro de Exteriores comparecerá previsiblemente el próximo día 29 de marzo. En un principio la comparecencia del político estaba prevista para el día 8 de marzo, pero dado que algunos documentos oficiales requeridos por la comisión parlamentaria que lleva el caso se perdieron en un principio, la fecha se tuvo que atrasar.
La pérdida de documentos oficiales dificultó el proceso judicial de dos de las comisiones que llevan el caso de Murat Kurnaz. "Así no se puede hacer un buen trabajo desde la comisión (de investigación)" señaló Siegfried Kauder el pasado 1 de marzo. La oposición, por su parte, culpó al Ministerio de Interior de lo sucedido, según palabras del delegado de los Verdes, Christian Ströbele. Representantes del partido de izquierdas así como de los liberales (FDP) criticaron también al Gobierno por lo sucedido.
En los documentos extraviados figuraban informaciones que aseguraban que Kurnaz mantenía relaciones con grupos islamistas radicales, según autoridades defensoras de la Constitución en Bremen. De acuerdo entre otros a estos informes, la coalición rojiverde, entonces en el poder, habría basado su decisión de no liberar al entonces preso en Cuba, Murat Kurnaz.
Por el contrario, la acusación consideró inválidas tales fuentes informantes de Bremen y mantuvo que el Gobierno no permitió la liberación del preso turco nacido en Alemania.
Sobre la pérdida de los documentos, August Hanning, así como su sucesor Ernst Uhrlau, han sido llamados a declarar. En los tiempos en que Steinmeier estaba en la Cancillería --donde fue mano derecha del ex canciller Gerhard Schroeder--, Uhrlau era responsable de los servicios secretos. Hanning es actualmente secretario de estado en el Ministerio del Interior.
Por su parte, un ex representante del Gobierno estadounidense, Pierre Prosper, afirmó a la revista 'Monitor' que el Gobierno alemán no hizo nada para proceder a la liberación de Murat Kurnaz. En contestación, un portavoz de los socialdemócratas, Thomas Oppermann, aseguró que las afirmaciones de Prosper son falsas y que existen documentos donde figura que Prosper tenía como función justificar la política bélica y de Derechos Humanos del Gobierno estadounidense. En tales documentos, según Oppermann, figuran palabras del representante norteamericano sobre la responsabilidad última y exclusiva del Pentágono a la hora de liberar presos de Guantánamo, según informan medios alemanes.
Tanto el ex ministro socialdemócrata Otto Schily como Joschka Fischer, anterior ministro de Exteriores de los Verdes, han sido convocados con motivo del proceso.
Murat Kurnaz fue inicialmente hecho prisionero en Pakistán en 2001, acusado de mantener contactos con la banda terrorista Al Qaeda. Más tarde fue trasladado a Afganistán, país en el que, según declaraciones del mismo, las tropas alemanas le sometieron a fuertes torturas. Su caso llegó a tratarse en reunión entre la canciller alemana y el presidente estadounidense. Tal encuentro, además de la falta de pruebas inculpatorias contra el ciudadano turco nacido en Bremen, pusieron término a sus cuatro años de prisión en la base de Guantánamo con su liberación en 2006.