Los habitantes de L'Aquila intentan rehacer sus vidas un mes después del terremoto

Actualizado: miércoles, 6 mayo 2009 22:23


ROMA, 6 May. (EUROPA PRESS/ G. Moreno) -

Los habitantes de la ciudad de L'Aquila siguen intentando reconstruir sus vidas tras el terremoto que hoy hace un mes sacudió el centro de Italia, dejando tras de sí 298 muertos, unos 1.500 heridos, más de 65.000 evacuados y un panorama de ruinas y destrucción. Las autoridades italianas están trabajando sin descanso para que los miles de damnificados puedan volver a sus casas lo antes posible.

La pesadilla empezó a las 3.32 horas de la madrugada del pasado 6 de abril, cuando un terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter devastó L'Aquila y sus alrededores, sembrando muerte, dolor y desolación. El temblor también se percibió con intensidad en Roma, la capital de Italia, que está situada a unos 115 kilómetros de L'Aquila.

Mientras los habitantes de Roma que se habían despertado volvían a meterse tranquilamente en la cama, en L'Aquila se desataba el infierno, con edificios enteros desplomados y miles de personas en las calles, muchas de ellas heridas, sin saber dónde ir ni a quién acudir.

Los primeros supervivientes que lograron salir de los escombros por sí solos empezaron a excavar en busca de sus seres queridos, que habían quedado atrapados bajo los escombros. Poco a poco, los servicios de emergencia italianos se desplegaron en la zona para hacerse cargo de la situación.

A medida que pasaban las horas, iba aumentando exponencialmente el número de víctimas mortales. Sin embargo, los rescatadores también ofrecieron al mundo buenas noticias tras lograr sacar vivas a varias personas de debajo de los escombros.

Tal es el caso de Marta, una joven estudiante que tras permanecer 24 horas sepultada logró sobrevivir a la tragedia. Su rescate renovó las esperanzas de los familiares y de quienes llevaban un día entero trabajando en las labores de socorro.

La joven se salvó gracias a la viga de cemento armado que cayó estratégicamente a menos de 20 centímetros de su cuerpo, evitando así que las demás escombros la aplastaran. Ella misma relató hoy su experiencia ante las cámaras de la televisión Sky. "Me acuerdo de todo porque estaba lúcida y me enteré de todo lo que pasó", recuerda.

Sobre ella cayeron cuatro pisos enteros. Sin embargo, en ese momento pensaba que sólo había caído una parte del edificio y eso es lo que le dio esperanza y fuerzas para seguir pidiendo auxilio. Sin embargo, las otras dos chicas que compartían piso con ella fallecieron.

SÓLO UN ESPAÑOL RESULTÓ HERIDO

Entre las personas que fueron rescatadas de debajo de los escombros también había un español, el único que resultó herido como consecuencia del terremoto. Se trata del joven Juan Fernando González Cordón, originario de Asturias, que fue rescatado tras pasar 11 horas bajo las ruinas del edificio donde se encontraba.

Actualmente se halla ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de la región del Abruzzo. Si bien hasta la semana pasada su estado de salud era preocupante, en los últimos días "ha mejorado bastante" e incluso "le han podido sentar", algo que todavía no había podido hacer desde el día del terremoto, explicó a Europa Press el cónsul de España en Nápoles, Luis Gómez de Aranda.

Mientras los heridos se recuperan en los hospitales, los técnicos siguen evaluando las condiciones de habitabilidad en que han quedado los edificios para determinar si las miles de familias desalojadas podrán o no volver a sus hogares.

Entre ellos se encuentra un equipo de expertos españoles que acudió ayer a la zona. Además de supervisar los edificios, visitarán los campos de acogida donde están viviendo los evacuados y ayudarán a los servicios italianos en las tareas de apoyo a la población.

Unos 30.000 de los más de 65.000 evacuados se hallan alojados en campamentos provisionales, en la misma zona del terremoto, mientras que el resto está en hoteles de la costa adriática. El Gobierno ha prometido a los habitantes que solucionará su situación antes de que llegue el otoño, que en estas latitudes suele ser especialmente rígido, dada su cercanía a la cordillera de los Apeninos.

Sin embargo, una de las cuestiones que más preocupa sobre la reconstrucción es la posibilidad de que las organizaciones mafiosas que operan en Italia, tales como Cosa Nostra o la Camorra, intenten infiltrarse y sacar provecho de las ingentes sumas de dinero público que se invertirán en la zona. Por esta razón, la Justicia italiana ha instaurado un grupo especial de jueces especializados en casos de mafia que se encargará de velar para que esto no suceda.

Por el momento, el Gobierno italiano se ha comprometido a invertir un total de 8.000 millones de euros, a los que posteriormente podrán ser añadidos más. Asimismo, el primer ministro, Silvio Berlusconi, ha decidido trasladar la reunión anual del G-8 a la zona de la tragedia con el objetivo de centrar en ella la atención mundial y acrecentar así las ayudas.