Hezbolá y sus aliados cristianos abandonan la reunión del Gobierno para resolver la crisis de las basuras

Actualizado: martes, 25 agosto 2015 18:50

El Gobierno da marcha atrás en la concesión a varias empresas de la recogida de residuos

BEIRUT, 25 Ago. (Reuters/EP) -

El partido chií Hezbolá y sus aliados cristianos han abandonado este martes la reunión de urgencia del Gobierno libanés en protesta por la solución propuesta frente a la crisis de basuras que ha generado una ola de manifestaciones violentas en Beirut.

El Gobierno de unidad nacional que lidera el primer ministro Tammam Salam ha cancelado un concurso para elegir a las nuevas empresas de recogida de basura, poniendo de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta para superar la crisis que ha generado llamamientos populares a que dimita.

El enfado público por la falta de recogida de basuras degeneró en violencia durante el fin de semana, con decenas de manifestantes y miembros de las fuerzas de seguridad heridos. Salam ha amenazado con dimitir, expresando su frustración por la incapacidad de su gabinete para actuar, ya que incluye a partidos rivales.

Ministros incluidos los miembros de Hezbolá y del Movimiento Patriótico Libre del político cristiano Michel Aoun han abandonado la reunión de este martes, ha informado el ministro de Información.

Hezbolá ha arremetido en un comunicado contra "la creciente y cada vez peor corrupción" que la crisis de las basuras ha puesto de manifiesto.

CONCESIÓN ANULADA

En un comunicado del Gobierno tras la salida de los ministros se ha informado de que las concesiones anunciadas ayer para la recogida de basuras a empresas privadas "incluían altos costes" y por tanto han sido rechazadas.

Los medios de comunicación y activistas habían acusado al Ejecutivo de dar los contratos a varias compañías en base a su afiliación regional y política, reflejando una presunta corrupción y politización del asunto.

El Gobierno dijo que como medida temporal, la basura, que ha estado acumulándose en las calles de Beirut, será enviada a la provincia de Akkar, en el norte de Líbano, a cambio de una "suma" de 100 millones de dólares que iría a proyectos de desarrollo en esa región.

Según el ministro de Información ha sido dicha suma la que ha provocado la salida de los ministros. Akkar, una de las regiones más pobres de Líbano, es mayoritariamente suní aunque también cuenta con áreas cristianas.

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