Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2015 21:55


MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Indonesia continúan restringiendo el acceso en la mayoría de las provincias del este de Papua a periodistas extranjeros y a observadores de derechos, haciendo aumentar las preocupaciones sobre la libertad de prensa en el país, ha afirmado a través de un comunicado Human Rights Watch (HRW).

"Las restricciones del Gobierno han hecho que Papua sea una 'isla prohibida' tanto para periodistas extranjeros como para los observadores de derechos", ha declarado Phelim Kine, director en Asia de HRW. "El bloqueo del acceso de los medios por motivos de 'seguridad' hace que se planteen algunos interrogantes sobre los aspectos que el Gobierno podría estar escondiendo", ha asegurado.

Esta situación no ha cambiado a pesar del anuncio que tuvo lugar el pasado mes de mayo de 2015 en el que el presidente de Indonesia, Joko Widodo, aseguró que los medios extranjeros acreditados podrían informar desde Papua sin ningún tipo de problema.

El motivo por el cual se siguen manteniendo las restricciones es el interés de los medios de comunicación de informar en la zona, ya que la región la región sigue estando afectada por casos de corrupción, degradación medioambiental, insatisfación pública con la capital, Yakarta, y la existencia de una pequeña insurgencia independentista. Además el anuncio se enfrentó con la resistencia de altos cargos del Gobierno indonesio y de las fuerzas de seguridad, según ha informado HRW.

HRW ha entrevistado a 107 periodistas para redactar el informe '¿Algo que ocultar?'. En él, los corresponsales extranjeros han denunciado el proceso de solicitud de los permisos a los medios afirmando que se trata de "un proceso opaco e impredecible en el que nunca se recibe ninguna respuesta final". Muchos han declarado que han esperado meses, y en algunos casos años, para que su solicitud se aprobara finalmente.

Algunos periodistas sí han conseguido ese permiso. Es el caso de un corresponsal de una televisión francesa, Cyril Payen, al que en solamente 15 días la Embajada Indonesa en Bangkok le hizo llegar su visado para viajar al país. "Tuve suerte o no, no lo sé. (...) En mi caso ellos si me concedieron el permiso", ha afirmado Payen.

Los periodistas extranjeros que han conseguido el visado han sufrido acoso por parte de la seguridad del país después de llegar a Papua. Varios han declarado que estaban obligados a tener "un guardaespaldas" de la Agencia Estatal de Inteligencia durante sus visitas, limitando su libertad de informar de los problemas que tienen lugar en la zona.

Aunque la situación de los periodistas de la zona no es mucho mejor, también sufren las restricciones de la libertad de prensa en Papua, según ha declarado HRW. El hecho de informar sobre casos de corrupción puede ser peligroso en el país, aunque los peligros aumentan si se informa concretamente en la zona de Papua, han declarado periodistas locales a HRW. Algunos también han asegurado que se autocensuran para evitar el acoso y la intimidación por parte de los funcionarios del Gobierno de Indonesia.

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