Indonesia.- Los disturbios tras la ejecución de los tres católicos causan heridos, incendios y asaltos a la Policía

Actualizado: viernes, 22 septiembre 2006 15:04

ROMA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un número impreciso de personas resultaron heridas, un edificio oficial fue incendiado y varios puestos de policía sufrieron desperfectos en las últimas horas a causa del ambiente particularmente tenso que ha generado en varios puntos de Indonesia el fusilamiento, anoche, de tres católicos en la isla indonesia de Sulawesi, según informó la agencia misionera de noticias MISNA.

Los mayores incidentes se registraron en la localidad de Atambua (en Timor Occidental), en la provincia de Nusa Tengara Oriental, en el este --de mayoría cristiana--, y sobre todo en la isla de Flores, de la que procedían los tres fusilados. Según una radio local, el obispo Anton Pain Ratu y otros representantes religiosos han intervenido para llamar a la calma y para que los simpatizantes de los ejecutados levanten las barricadas.

Fabianus Tibo, de 60 años, Marinus Riwu, de 48, y Dominggus da Silva, de 42, fueron ejecutados anoche (madrugada del viernes en Indonesia) en la provincia de Sulawesi Central después de ser declarados culpables de dirigir una milicia cristiana que provocó una serie de atentados en mayo de 2000, entre los que se encuentra un asalto con pistola y machete que dejó 70 muertos. Varias organizaciones humanitarias, entre ellas Amnistía Internacional, han condenado los fusilamientos.

El caso contra los tres católicos ejecutados ha incrementado las tensiones entre cristianos y musulmanes en Indonesia, el país islámico más poblado del mundo, y ha cuestionado el papel que juega la religión en los castigos a los presuntos responsables de los actos violentos que sucedieron en la provincia de Sulawesi entre 1998 y 2002, en los que murieron más de 1.000 personas de ambas religiones. Sólo unos pocos musulmanes han sido condenados en relación a estos incidentes, todos ellos a 15 años de prisión como pena máxima.

Por su parte, el vicepresidente de Indonesia, Muhammad Yusuf Kalla, ha llamado a la calma y ha asegurado que la ejecución de los tres cristianos no tuvo nada que ver con la religión. "Es un asunto judicial". "Si la gente no confía en la ley, estamos perdidos", declaró ante un grupo de periodistas en Yakarta.

El secretario en Indonesia de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso, padre Ignatius Ismartono, declaró hoy a MISNA que los desórdenes comenzaron sobre todo después de que las autoridades no consintieran que los cuerpos de los tres hombres ajusticiados fuesen expuestos en la iglesia de St. Mary, en la ciudad de Palu, capital de Sulawesi Central, y prohibieran cualquier ceremonia religiosa en su honor.

"La situación ha empeorado a causa del clamor suscitado por las recientes afirmaciones del Papa sobre algunas enseñanzas del profeta Mahoma", afirmó Ismartono, para quien la mayor preocupación es que alguien pueda "instrumentalizar la situación ya de por sí caótica poniendo en el mismo plano la polémica contra el discurso del Pontífice y la violencia de este día". Es un "riesgo que se debe evitar" favoreciendo "un clima de reconciliación", añadió.