Refugiados rohingyas sentados sobre varios ladrillos de nueva construcción
REUTERS / DANISH SIDDIQUI
Actualizado: miércoles, 8 noviembre 2017 20:29

DACA, 8 Nov. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

Investigadores del Instituto de Investigación de Viviendas y Edificios de Bangladesh (HBRI) --perteneciente al Ministerio de Vivienda y Trabajos Públicos-- han desarrollado nuevos materiales de construcción para mitigar los daños medioambientales que causan los ladrillos industriales.

Bangladesh produce unos 25.000 millones de ladrillos al año. El director del Instituto de Investigación de Viviendas y Edificios, Mohammad Abu Sadeque, ha asegurado que para cumplir con este objetivo se requiere excavar unos 60 millones de toneladas de la capa superior del suelo, lo que provocaría su degradación y contaminación en forma de polvo.

Además, los hornos donde se fabrican los ladrillos consumen unos 5 millones de toneladas de carbón y unos 3 millones de toneladas de madera anualmente. Sadeque ha advertido de que en este proceso se emiten unos 15 millones de toneladas de carbono al aire.

Los investigadores han pasado tres años desarrollando una diversa gama de alternativas, entre las que se incluyen materiales amigables con el medioambiente para paredes, suelos y tejados, como bloques termales, paneles y adoquines.

Los expertos han señalado que estos nuevos materiales reducirán tanto la contaminación como los costes de construcción, al tiempo que contribuirán a hacer los edificios más resistentes a los terremotos.

Entre los productos desarrollados se incluye un tipo de ladrillo fabricado con un compuesto comprimido de cemento y barro procedente de los ríos. Estos ladrillos no necesitan ser procesados en un horno, basta con que se calienten al sol.

Además, estos nuevos ladrillos pesan menos que los industriales comúnmente conocidos, lo que facilita y reduce el coste de transportarlos. Sadeque ha destacado que la exploración de los ríos en busca de barro para producir estos nuevos ladrillos ayudará a preservar el buen estado del suelo.

MÁS BARATO, MÁS LIMPIO

El director del Instituto de Agua y Ciencias Medioambientales, M. Inamul Haque, ha reconocido que las exploraciones podrían perjudicar a algunas especies marinas, aunque ha asegurado que hay muchos ríos que igualmente tendrían que ser explorados para eliminar sedimentos y mejorar su flujo con el fin de evitar inundaciones.

Haque ha explicado que las máquinas convencionales están preparadas para extraer el barro necesario para la fabricación de estos nuevos ladrillos. Estas máquinas pueden producir unos 7.000 ladrillos diarios, por lo que el HBRI planea utilizarlas para la fabricación masiva de material de construcción.

Según datos del HBRI, cada ladrillo tiene un coste de producción de unos 6 takas bangladeshíes --lo que equivaldría a unos 0,06 céntimos de euro--, mientras que los ladrillos tradicionales suponen un coste de 11 takas (0,11 céntimos de euro).

Debido a que estos nuevos materiales aún no están disponibles a nivel comercial, el HBRI ha construido un edificio de cinco plantas a modo de demostración de la eficacia de estos materiales.

En 2016, se usó este tipo de ladrillos para la construcción de un colegio de primaria de una planta en la zona de Nalitabari, situada en el distrito bangladeshí de Sherpur, y costó un 30 por ciento menos de lo que hubiese costado usando ladrillos industriales.

TECNOLOGÍA ECOLÓGICA

Según una investigación realizada por el Departamento de Medioambiente de Bangladesh en colaboración con el Instituto Noruego de Investigación del Aire, los hornos en los que se producen los ladrillos tanto en Daca como en los alrededores son los responsables en gran medida de la densa capa de aire contaminado que hay en la ciudad.

Existen más de 1.000 hornos para ladrillos en la capital y alrededores. Los investigadores han estimado que estos hornos son los causantes de un 60 por ciento de la contaminación del aire de Daca, mientras que el resto procede de los vehículos y la suciedad de la ciudad.

La directora ejecutiva de la asociación de abogados medioambientales de Bangladesh, Syeda Rizwana Hasan, ha asegurado que las autoridades deberían modificar la Ley de Producción de Ladrillos y Construcción de Hornos de 2013 para que se tenga en cuenta la contaminación, el daño a la agricultura y otras amenazas medioambientales provocadas por la fabricación de materiales de construcción.

Bajo el plan actual de Bangladesh, de carácter quinquenal, el Gobierno se ha comprometido a eliminar la contaminación atmosférica para el año 2020. Los expertos esperan que otras instituciones gubernamentales también impulsen el uso público de estos nuevos materiales.

Un ingeniero y vicerrector de la Universidad Asia Pacífico en Daca, Jamilur Reza Chowdhury, ha subrayado que tanto las empresas nacionales como internacionales que hay en el país deberían comprometerse a producir materiales más amigables con el medioambiente.

Muchas de ellas ya lo están haciendo, incluyendo el grupo empresarial CONCORD, que fabrica bloques de pavimento, ladrillos, cerámica y azulejos respetuosos con el medio ambiente para pavimentos, muros y escaleras.

El HBRI ha destacado que casi 20 empresas han expresado su interés por producir comercialmente este tipo de materiales. "Si la gente quiere aprender sobre tecnología amigable con el medioambiente, estamos listos para instruirles", ha concluido Sadeque.

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