LONDRES, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) condenó hoy la ejecución de los dos colaboradores del ex presidente Sadam Husein, el ex jefe de los Servicios Secretos y hermanastro de Sadam, Barzan Ibrahim, y el que fuera jefe de la Corte Revolucionaria, Awad Hamed, quienes por su parte corrieron esta madrugada la misma suerte que el ex dictador iraquí, ahorcados por la matanza de 148 chiíes en la aldea de Dujail en 1982.
En este sentido, AI califica la nueva ejecución de "tremenda violación del derecho a la vida así como una nueva oportunidad perdida para que los iraquíes puedan hacer responsables de forma correcta a aquellos implicados en los crímenes cometidos bajo el régimen de Sadam Husein".
Por otra parte, AI subrayó que junto con Sadam Husein, Ibrahim y Hamed fueron condenados a la horca el pasado 5 de noviembre tras recibir un "juicio injusto" en el seno del Tribunal Supremo iraquí, sentencia condenatoria que, posteriormente, fue ratificada el 26 de diciembre por el Tribunal de Apelaciones iraquí.
"Sadam Husein y sus colaboradores deberían ciertamente haber sido hechos responsables de los horribles crímenes contra los Derechos Humanos perpetrados por su Gobierno, pero esto debería haberse hecho mediante un proceso judicial justo y sin recurrir a la pena de muerte", incidió la organización pro Derechos Humanos en un comunicado.
El juicio contra Sadam y otros seis acusados por los asesinatos de Dujail, recordó AI, "no atendió a los estándares internacionales de juicios justos" por las "interferencias políticas que minaron la independencia e imparcialidad del Tribunal, provocando que el primer juez presidente de la sala dimitiera y el bloqueo del nombramiento de uno nuevo".
AI recordó además que "el Tribunal no consiguió adoptar las medidas adecuadas para garantizar la protección de testigos y de los abogados de la defensa, tres de los cuales fueron asesinados en el transcurso del proceso judicial". Asimismo, criticó que a "Sadam Husein le rechazaron el acceso a asesoría legal durante el primer año de su detención", constatando al tiempo "las críticas de sus abogados a lo largo de todo el juicio en relación con el hecho de que los procedimientos parecen no haber sido atendidos adecuadamente por el Tribunal".
"El proceso de apelación fue conducido obviamente de forma precipitada y no consiguió enmendar ninguna de las irregularidades del primer juicio", señala Amnistía Internacional.
Por ello, el director del Programa de AI para Oriente Próximo y el Norte de África, Malcolm Smart, denunció los "informes que señalan que la cabeza de Barzan Ibrahim al Tikriti quedó desprendida (del cuerpo) durante la ejecución sólo hacen énfasis en la brutalidad de este castigo ya de por sí cruel, inhumano y degradante".
Asimismo, la organización se muestra "preocupada" por la posible ejecución de un antiguo vicepresidente Taha Yassin Ramadan --condenado a cadena perpetua por los mismos crímenes el pasado 5 de noviembre--, después de que el pasado 26 de diciembre el Tribunal de Apelaciones del Tribunal Supremo Iraquí devolviera su caso al mismo Tribunal, pidiendo una sentencia más dura.
Por último, AI lamenta que "el aumento" en el uso de la condena a muerte desde su reintroducción en Irak, el pasado agosto de 2004 y denuncia que en 2006 "al menos 65 personas fueron ejecutadas, muchas de ellas después de recibir juicios injustos".
