Irak.- Bagdad retira la licencia a una firma de seguridad de EEUU implicada en la muerte de civiles en Bagdad

Actualizado: lunes, 17 septiembre 2007 17:32

BAGDAD, 17 Sep. (EP/AP) -

El Ministerio iraquí del Interior anunció hoy que ha retirado la licencia a una firma de seguridad de Estados Unidos presuntamente involucrada en la muerte de civiles durante un ataque contra un convoy del Departamento de Estado norteamericano en Bagdad.

El Ministerio advirtió de que procesará a cualquier contratista extranjero que haya hecho un uso excesiva de la fuerza en el incidente de ayer

El portavoz del Ministerio del Interior, Abdul-Karim Jalaf, informó de que ocho civiles murieron y 13 resultaron heridos después de que los guardias de seguridad de la empresa Blackwater USA abrieran fuego en una urbanización suní en el oeste de Bagdad.

"Hemos cancelado la licencia de Blackwater y les hemos prohibido trabajar en territorio iraquí. Todos aquellos involucrados serán llevados ante las autoridades judiciales iraquíes", dijo Jalaf.

Blackwater, con sede en Carolina del Norte, ofrece seguridad para muchos operativos civiles en Irak. Jalaf indicó que varios informes de testigos indicaron la participación de guardias de Blackwater, pero que el incidente sigue siendo investigado.

Los soldados norteamericanos no pueden ser procesados en Irak según una resolución de las Naciones Unidas que autoriza su presencia, pero Jalaf advirtió de que esta excepción no se aplica a compañías de seguridad privadas.

El tiroteo ocurrió alrededor de las 12:30 de ayer en la Plaza Nisoor, en la urbanización suní de Mansur, informó un responsable policial bajo anonimato. Los guardias de seguridad viajaban en un convoy de seis camionetas y huyeron del lugar después de disparar a los civiles. Algunos testigos dijeron que los disparos comenzaron tras una explosión.

Soldados estadounidenses llegaron al lugar de los hechos tras el tiroteo, pero no estuvieron involucrados en él, dijo el teniente coronel Scott Bleichwehl, portavoz militar.

En Irak operan decenas de miles de guardias privados de seguridad, incluyendo a muchos de origen estadounidense y británico, para ofrecer protección a dignatarios y otros extranjeros. Los guardias suelen estar equipados con armas automáticas, chalecos antibalas, helicópteros y vehículos blindados, y operan bajo supervisión escasa o inexistente. Sólo rinden cuentas a las firmas para las que trabajan.

Muchos contratistas han sido acusados de disparar indiscriminadamente a tropas estadounidenses e iraquíes, y de abrir fuego contra un número no identificado de civiles que se acercaron demasiado a sus caravanas armadas, pero ninguno se ha enfrentado a cargos o a juicio.