Irak.- El fiscal del proceso por genocidio contra Sadam pide la dimisión del juez por favorecer al ex presidente

Actualizado: miércoles, 13 septiembre 2006 19:22

BAGDAD, 13 Sep. (EP/AP) -

El jefe de la fiscalía en el juicio por genocidio contra Sadam Husein exigió hoy la destitución del juez principal, al que acusó de favorecer al ex presidente iraquí y sus coacusados.

"Ha permitido que este tribunal se convierta en un podio político para los acusados", se quejó el fiscal, Munqith al Farún, al juez Abdula al Amiri.

Sadam se desgañitó ayer atacando a los testigos kurdos, a los que acusó de ser "agentes de Irán y el sionismo" y amenazó con "aplastarles las cabezas", después que les oyera narrar presuntas atrocidades cometidas contra su etnia por el Gobierno iraquí a finales de la década de 1980.

Al Farún acusó al juez de dar tiempo a Sadam para pronunciar declaraciones "políticas" irrelevantes para el juicio. "Por ejemplo ayer, en vez de tomar medidas legales (contra Sadam), le pidió permiso para hablar", afirmó el fiscal.

"La acción del tribunal se inclina hacia los acusados", valoró, agregando que Sadam faltaba el respeto a los testigos. El juez Al Amiri replicó que "uno de los pilares de la justicia es tratar a todos equitativamente".

El tribunal escuchó hoy más testimonios de los supervivientes de la 'Operación Anfal' contra los kurdos, incluyendo a un ex guerrillero kurdo, Omar Othman, que aseguró recibido tratamiento en Irán y Alemania debido a quemaduras por armas químicas durante un ataque en marzo de 1988.

Otro testigo, Hama Ahmed, denunció ataques de vehículos iraquíes que, según sostuvo, arrojaron agentes químicos sobre su pueblo en febrero de aquél año. "Las fuerzas iraquíes arrasaron nuestro pueblo y se llevaron nuestros animales. Se llevaron todo", anotó.

Cuatro testigos se refirieron hoy a tumbas colectivas donde los cadáveres de sus familiares --desaparecidos después de la 'Operación Anfal'-- fueron hallados dos décadas después.

Sadam es uno de siete acusados de genocidio y otros delitos durante dicha operación, una campaña de 1987-88 para sofocar una rebelión de los kurdos hacia el final de la guerra de Irak con Irán. Sadam acusó a los kurdos de ayudar a Irán en la guerra. De ser condenado, el ex presidente iraquí y sus coacusados podrían ser sentenciados a muerte.