NUEVA YORK, 8 Ene. (EP/AP) -
La contundente defensa del primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, de la ejecución del ex mandatario Saddam Husein y los planes para ejecutar a dos de sus principales colaboradores demuestran "su indiferencia para con los Derechos Humanos y la ley", según ha manifestado el grupo Human Rights Watch este lunes.
A pesar del escándalo que a nivel internacional ha causado la imagen de Husein en la horca, Al-Maliki se ha mantenido firme en sus ideas afirmando posteriormente que se había cumplido con la justicia. "La ejecución del tirano no era una decisión política, como los enemigos de la población iraquí dicen. El veredicto fue llevado a la práctica después de un juicio transparente que el dictador nunca mereció", indicó el sábado Al-Maliki.
Ante los recientes acontecimientos, Human Rights Watch ha instado al Gobierno iraquí a detener las próximas ejecuciones de dos de los colaboradores más cercanos de Husein, su hermanastro y ex jefe de inteligencia, Barzan Ibrahim, y el ex jefe del Tribunal Revolucionario de Irak, Awad Hamed Al--Bandar.
"El tribunal ha mostrado repetidamente su indiferencia para con los derechos fundamentales que requieren todos los acusados", indicó el director del Programa de Justicia Internacional de la organización humanitaria, Richard Dicker.
"La ejecución de estas dos personas supone un castigo cruel e inhumano que sólo arrastrará un proceso de mayor descrédito", indicó.
