Irak.- El jefe de una unidad de marines estadounidense dispara a cinco civiles uno a uno en Haditha, según testigos

Actualizado: sábado, 6 enero 2007 11:43

WASHINGTON, 6 Ene. (EP/AP) -

El jefe de una unidad de marines estadounidense -uno de los cuáles murió mientras otros dos fueron heridos por la explosión de un bomba en una carretera por la que se desplazaban-- ordenó presuntamente disparar uno a uno a cinco civiles iraquíes, después de desalojarles de un taxi en el que éstos viajaban, según relataron testigos a los investigadores navales.

Según uno de los testigos, citado por el Servicio de Investigación Criminal Naval y recogido por el diario Washington Post, un taxi blanco hizo su aparición en escena poco después de detonar la explosión, momento en el que, el presunto jefe del comando de marines, el sargento Frank D. Wuterich, ordenó, según el testigo, a los cinco pasajeros iraquíes inermes salir del vehículo.

En este sentido, el diario estadounidense asegura en su edición de hoy que los investigadores navales confirmaron el hallazgo de los cinco cadáveres disparados supuestamente por Wuterich a tres metros de distancia.

"Ni si quiera intentaron huir", explicó uno de los testigos y soldado iraquí que trabaja en colaboración con la unidad de marines. "Teníamos miedo de los Marines y vimos cómo se comportaban como locos. Gritaban y gritaban", subrayó.

El Servicio de Investigación Criminal Naval descubrió asimismo que poco después de que el jefe de la unidad disparara contra los civiles, los Marines llevaron a cabo una redada en las viviendas colindantes, disparando de forma indiscriminada, empleando tanto granadas como armas de fuego, lo que consideraron una auténtica barrida sanguinaria casa a casa, que se saldó con la muerte de 24 civiles iraquíes, incluidos mujeres y menores, en tan sólo 10 minutos.

Por su parte, una de las pocas supervivientes de la tragedia de apenas de 13 años, Safah Yunis Salem que perdió a cinco miembros de su familia, incluida su madre, hermano y hermana de 5 y 3 años respectivamente, declaró a los investigadores que "los americanos dispararon y mataron a todo el mundo".

Los cuatro marines, acusados en diciembre de asesinato por las muertes ocurridas en la localidad iraquí de Haditha, los sargentos Frank D. Wuterich y Sanick P. De la Cruz y los marines Justin L. Sharratt y Stephen B. Tatum, se enfrentan a cadena perpetua por los 24 asesinatos cometidos el pasado 19 de noviembre de 2005 en Haditha. Además, otros cuatro oficiales militares que no estaban presentes cuando ocurrieron los hechos han sido acusados de encubrimiento al no investigar los mismos.

Mientras, los abogados de la defensa han rebatido la idea de que los disparos se produjeron en venganza por el atentado contra su convoy al paso de una carretera, alegando que los militares respondieron a lo que percibieron como una amenaza mediante el uso de la fuerza legítima.