LONDRES, 7 May. (EP/AP) -
Los disturbios en Basora, la ciudad del sur de Irak donde ayer murieron cinco soldados británicos tras la caída de su helicóptero, no indica un deterioro del estado de seguridad allí, aseguró hoy el secretario de Defensa británico, Des Browne.
Browne declaró a la cadena de televisión Sky News que la investigación sobre la caída del helicóptero de ayer aún continúa y que mañana informará al Parlamento. El Ministerio de Defensa dijo que "no más de cinco" soldados británicos murieron, aunque se negó a concretar la información.
Las autoridades iraquíes han informado de que al menos cuatro soldados británicos murieron y que el aparato fue derribado por un misil disparado por cañón portátil, muy común entre los grupos insurgentes y las milicias iraquíes.
Después de que aparato fuera derribado, los residente iraquíes de la zona recibieron con piedras y cócteles molotov a las tropas que acudieron a rescatar a sus compañeros. En los intercambios de disparos entre militares británicos e iraquíes murieron al menos otras cinco personas, entre ellas un menor.
Sin embargo, el ministro británico señaló hoy que los choques en Basora concluyeron en pocas horas y apenas entre 200 y 300 personas participaron en los disturbios de la ciudad, que cuenta con alrededor de 1,5 millones de habitantes.
"Esto no indica el estado en que se encuentran la ciudad de Basora ni las provincias de las cuales somos responsables", dijo Browne, designado para su cargo el pasado viernes. "Día tras día, las fuerzas locales controlan esta zona gracias al entrenamiento que hemos podido brindarles con nuestros aliados", agregó.
Browne dijo que está en contacto permanente con los comandantes británicos en Irak, quienes le informaron de que "se han restaurado la calma y el control en Basora y la gente se dedica a sus asuntos cotidianos".
