NUEVA YORK, 17 Mar. (EP/AP) -
El vicepresidente iraquí, Abdel Abdul-Mahdi, presentó el plan de reformas políticas y económicas de su país, el viernes, ante una conferencia de la ONU, y prometió la adopción de un programa que otorgaría amnistía a los insurgentes que renuncien a la violencia.
Abdul-Mahdi pidió el apoyo internacional para el plan de cinco años, que requiere que el Gobierno promulgue reformas políticas y económicas cruciales durante su transición a la autosuficiencia financiera y a su integración en la economía regional y global.
"Estamos ansiosos por sacar realmente a Irak de esta crisis con la ayuda de la comunidad internacional", dijo Abdul-Mahdi, después de la reunión a puerta cerrada con más de 100 enviados.
El plan fue fijado por la ONU y el gobierno iraquí, poco después que el primer ministro Nouri al-Maliki asumió el cargo en junio del 2006.
El propósito de la conferencia no era garantizar la ayuda financiera para Irak, sino permitir que el gobierno presente su presupuesto y agenda legislativa a la comunidad internacional, con la esperanza de ganar más apoyo de cara a un encuentro de donadores.
"Los iraquíes han hecho su parte", dijo el subsecretario estadounidense de la Tesorería, Robert Kimmitt, que encabezó la delegación de su país. "La pregunta ahora es: ¿Qué hará la comunidad internacional?"
Ibrahim Gambari, jefe del plan por parte de la ONU, dijo que la conferencia de donadores, donde la propuesta será adoptada formalmente, se llevará a cabo antes del 30 de abril en un lugar por definir. Destacó que varios países han señalado que condonarán unos 4.000 millones de dólares en deuda a Irak.
Abdul-Mahdi dijo que el parlamento iraquí adoptaría una ley para compartir las ganancias petroleras en las próximas semanas. Su presentación incluyó también un plan para atraer inversión extranjera, y un presupuesto para el 2007, que duplica el gasto en educación y salud.