LONDRES, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) pidió hoy al Gobierno iraní que deje de utilizar de forma inmediata a la milicia Basij para controlar las manifestaciones que se llevan a cabo en el país como protesta por los resultados de las elecciones presidenciales, en las que salió elegido el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, en medio de acusaciones de fraude electoral.
AI señaló las últimas informaciones de que dicha milicia ha utilizado un uso excesivo de la fuerza contra los opositores y basándose en la historia de abusos cometidos por este brazo de las fuerzas de seguridad, que según la ONG, no rinde cuentas ante ningún organismo superior.
La organización explicó en su comunicado que la milicia es una fuerza paramilitar voluntaria de hombres y mujeres bajo el control del cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Sus miembros son reclutados en colegios, universidades, instituciones estatales y privadas, fábricas e incluso entre las tribus que aún viven en el país, añade el texto.
Dichas fuerzas son utilizadas para "mantener el orden y reprimir a los opositores", y han sido acusadas en numerosas ocasiones de utilizar una "brutalidad extrema", denunció Amnistía. Muchos de los que han tomado parte en las últimas manifestaciones aseguran que personal armado y sin uniformar ha utilizado un uso excesivo de la fuerza y cometido violaciones de los Derechos Humanos, desde dar palizas hasta hacer uso de armas de fuego contra los manifestantes.
INVESTIGACIONES SOBRE LA MUERTE DE MANIFESTANTES
En este sentido, AI aseguró que debería haberse iniciado una investigación inmediata desde el momento en el que se dio a conocer un vídeo en el que se muestra a un miembro de las milicias Basij disparando desde un tejado el pasado 15 de junio durante una manifestación en la que murieron al menos ocho personas, y deberían haberse dado las instrucciones necesarias para que no ocurriese de nuevo.
El comunicado hace referencia también a la muerte de la joven identificada como Neda, que se muestra en otro vídeo, gracias al cual se ha convertido en uno de los iconos de la 'Revolución Verde', y cuyo asesinato se vincula también a miembros de la Basij.
Pero, como lamenta la ONG, la respuesta de las autoridades iraníes ha sido la de no abrir dicha investigación sobre la muerte de los manifestantes, si no que han advertido a los opositores de que se enfrentarán a los "modos revolucionarios" de la Guardia Revolucionaria, de la milicia Basij y de las fuerzas policiales y de seguridad.
"Los iraníes que desean expresar pacíficamente su oposición frente a los últimos eventos sobre las elecciones no tienen espacio para hacerlo, ya que se encuentran con la violencia que ha sido legitimada por la más alta autoridad", lamentó la subdirectora del Programa para Oriente Próximo y el este de África de AI, Hassiba Hadj Sahraui.
"Es el momento de que las autoridades iraníes permitan las protestas pacíficas y saquen a los Basij de las calles. El control de cualquier manifestación debería ser dejado a la Policía y a otras fuerzas de seguridad que estén bien entrenadas y equipadas", añadió.
"Las últimas declaraciones de la Policía, que niega haber disparado contra los manifestantes, y del fiscal general de Teherán, que acusa de los asesinatos (de opositores) a "terroristas armados", parecen un intento de disociar a los organismos estatales de la violencia", consideró Sahraui.
La activista comentó asimismo que "la principal razón para dejar de utilizar a los Basij es que no hay manera de que la población los distinga, dejándoles que cometan violaciones sin rendir cuentas". "Si las autoridades iraníes no son capaces de controlar esa milicia, deberían desmantelarla". "Es irresponsable el darles armas y después rechazar la responsabilidad cuando ocurren abusos", agregó.
Por último, Amnistía instó a las autoridades iraníes a que investiguen completamente todas las denuncias de muertes, incluyendo posibles ejecuciones extrajudiciales, y que lleven a los responsables ante la Justicia.
