NUEVA YORK 8 Feb. (EP/AP) -
El embajador iraní ante la ONU, Javad Zarif, aseguró que Estados Unidos pretende utilizar al régimen de los ayatolás como "chivo expiatorio" para encubrir sus fracasos políticos en Irak mientras pidió que Washington coopere para poner fin a la violencia imperante en Irak.
Asimismo, arremetió contra la Administración estadounidense por fabricar supuestas actividades ilegales iraníes en Irak en vez de aprender de sus errores en la región, en un intento, subrayó, de ampliar su base de apoyos a sus políticas en la zona, según indicó en declaraciones publicadas hoy por el diario 'New York Times'. No obstante, criticó que la coalición de fuerzas, aún si sale airosa de su empresa, en última instancia, sostuvo, "será probada especialmente inútil, peligrosa para la región en su conjunto y desestabilizadora para Irak".
"Crear nuevas amenazas imaginarias, como está haciendo Estados Unidos ahora con Irán, puede encubrir momentáneamente los fracasos nacionales de la política de la Administración (estadounidense) en Irak, pero no puede resolver problemas que, según sugiere la mayoría requieren de la prudencia, diálogo y una búsqueda sincera de soluciones", señaló.
"Al promocionar tal estrategia, Estados Unidos está envuelta en las llamas del sectarismo en el momento en que (éste) necesita se sofocado", incidió Zarif, arguyendo que Washington ignora los consejos de agentes regionales, incluido Irán, al tiempo que reiteró que la guerra en Irak sólo contribuirá a desestabilizar Oriente Próximo en beneficio de los extremistas.
"En vez de enfrentarse a hechos desagradables, la administración de Estados Unidos intenta vender una versión de escalada (militar) de la misma política fracasada, y lo hace intentando hacer de Irán su chivo expiatorio y fabricar pruebas de actividades iraníes en Irak", denunció el embajador.
Zarif criticó que el envío de 21.000 soldados estadounidenses a Irak sólo serviría para empeorar la situación en Irak y, el despliegue en sí, subrayó, constituye "la inversión de la lógica de la fuerza y ocupación".
Por otra parte, Zarif atribuyó también gran parte de la inestabilidad en Irak y en otros puntos de la región al fallecido cabecilla de la red de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqawi. "El vergonzoso legado del señor Zarqawi y sus colaborares debería haber sido enterrado con él", incidió Zarif y, aseveró que para contener la violencia interconfesional "todos en la región deben permanecer unidos bajo esquemas claros con el compromiso del Ejecutivo de Irak".
En este sentido, se mostró esperanzado de que la reunión en Bagdad de todos los países vecinos de Irak en la región el próximo mes "será un buen lugar para empezar este difícil camino pero viaje necesario hacia la seguridad regional".