JERUSALÉN 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha afirmado este jueves que Irán está más cerca que nunca de obtener el uranio enriquecido necesario para conseguir una bomba nuclear, en respuesta al informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) que apunta a la instalación por parte de Irán de nuevas centrifugadoras en su principal planta de enriquecimiento de uranio.
Así, Netanyahu ha dicho que el informe es "muy grave" y ha subrayado que demuestra los rápidos avances de Teherán hacia la 'línea roja' que estableció en septiembre ante Naciones Unidas, según ha informado el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
La agencia de la ONU ha confirmado la conexión de 180 centrifugadoras IR-2 y carcasas en la planta situada cerca de la ciudad de Natanz. En caso de que estos nuevos equipos funcionen correctamente, permitirían a Irán acelerar considerablemente su programa de enriquecimiento de uranio.
Irán ya ha acumulado 167 kilos de uranio refinado al 20 por ciento, nivel necesario para su utilización como combustible para reactores. Los expertos calculan que hacen falta entre 240 y 250 kilos de material enriquecido al 20 por ciento para incrementar la pureza y fabricar una bomba atómica.
Las autoridades de la República Islámica siempre han mantenido que su industria nuclear sólo tiene fines pacíficos, pero parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, sospechan que oculta un plan armamentístico. Los países del 5+1 --Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania-- e Irán retomarán las conversaciones sobre este tema la próxima semana en Teherán.
Irán reanudó en diciembre la conversión en combustible de uranio enriquecido y, desde entonces, ha utilizado para este fin al menos 28,3 kilos de material, ha explicado en su informe la AIEA.
Al margen de la actividad en Natanz, la agencia también ha detectado "extensos" trabajos --en alusión a labores de limpieza y renovación-- en el enclave de Parchin. Esta actividad, según la AIEA, perjudica la investigación que debe aclarar si en estas instalaciones se han llevado a cabo en algún momento trabajos relativos a armamento.
Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado duras sanciones contra Irán, incluido un embargo de su petróleo, en un esfuerzo por persuadir a Teherán para que abandone su programa nuclear, que, según sospechan, está destinado a fabricar armas atómicas.
Sin embargo, Irán ha rechazado estas acusaciones y ha aseverado en reiteradas ocasiones que el programa nuclear tiene únicamente fines civiles pacíficos y que se enmarca dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).
El tratado, del que Irán es parte, establece entre otras cosas que, para evitar la proliferación, los países que ya cuentan con energía nuclear han de facilitarla a los países que no la tienen en caso de que estos decidan utilizar esta energía para fines pacíficos.